Una huelga policial dispara los asesinatos en el estado brasileño de Ceará
Los sindicatos policiales han suspendido las funciones de vigilancia y patrulla en el estado brasileño de Ceará, en el noreste del país, para exigir una mejora en sus condiciones laborales.
El estado brasileño de Ceará (noreste) registró más de 50 muertes en las últimas 48 horas, el tiempo que dura una huelga en que policías están amotinados dentro de los cuarteles negándose a patrullar las calles.
Según un recuento realizado por el portal de noticias local G1, «entre las seis de la madrugada del miércoles 19 y las seis de la madrugada de este viernes [el 21 de febrero] hubo 51 muertes», cuando hasta ahora, la media de homicidios en el estado era de seis al día.
Los agentes policiales se han negado a salir a patrullar y permanecen encerrados en los cuarteles como medida de protesta para solicitar un aumento salarial y otras reivindicaciones.
En uno de esos cuarteles, en la ciudad de Sobral, se produjo uno de los incidentes más graves de esta crisis de seguridad: el senador Cid Gomes fue baleado en el pecho por policías cuando intentó romper el bloqueo que éstos realizaban avanzando con una excavadora.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, basándose en la Garantía de la Ley y el Orden, que permite llamar a las Fuerzas Armadas en casos excepcionales, envió tropas del Ejército y agentes de la Fuerza Nacional para garantizar la seguridad en Ceará. Los militares estarán al menos hasta el 28 de febrero desplegados en el estado, pero el ministerio de Defensa no detalló el tamaño del efectivo.
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