Critican en reunión G20 en Brasil inercia de ONU ante conflictos
El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, criticó hoy la actuación de Naciones Unidas en la resolución de conflictos armados en el mundo, como el de Israel y el ala militar del movimiento palestino Hamás.
Las instituciones multilaterales «no están preparadas para hacer frente a los desafíos actuales, como lo demuestra la inaceptable parálisis del Consejo de Seguridad (de la ONU) en relación con los conflictos en curso», afirmó Vieira en Río de Janeiro, en la reunión de cancilleres del G20, grupo de las 19 mayores economías del mundo y la Unión Europea.
Señaló que «este estado de inacción implica directamente la pérdida de vidas inocentes» y el G20 tiene prerrogativa para tratar sobre los conflictos y actuar en la búsqueda de la paz.
Indicó que «las Naciones Unidas fueron creadas como la organización que debe lidiar con las cuestiones de paz y seguridad», y el G20, por su parte, fue concebido como foro privilegiado para debates sobre cuestiones financieras y de desarrollo.
Vieira refirió que «ante el marco que vivimos, sin embargo, este grupo (G20) es hoy, posiblemente, el foro internacional más importante, en el que países con visiones opuestas aún consiguen sentarse a la mesa y tener conversaciones productivas».
Pero, aclaró, «sin necesariamente llevar el peso de posiciones rígidas que impidieron los avances en otros foros, como en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas».
Según el jefe de la diplomacia, Brasil no acepta que se tenga que recurrir a las armas para solucionar las tensiones.
Enumeró que, mientras que los gastos militares mundiales llegan a dos billones de dólares, los programas de ayuda a los países pobres permanecen detenidos en 60 mil millones de dólares al año y los abonos para combatir los cambios climáticos no alcanzan los 100 mil millones de dólares anuales prometidos.
Río acoge este miércoles y mañana, bajo la presidencia de Brasil, esta primera reunión ministerial del G20.
La cita marca las actividades antes de la cumbre que reunirá a los jefes de Estado y de Gobierno en noviembre, también en la ciudad carioca.
Entre los presentes figuran el secretario norteamericano de Estado, Antony Blinken, y el canciller ruso, Sergei Lavrov.
Además, asisten autoridades de países invitados y representantes de 12 organizaciones internacionales.
Los encuentros son cerrados, pero los jefes de diplomacia de cada país deciden si conceden entrevistas a la prensa durante la programación.
Medios periodísticos aseguran que, con la reunión, se intentará establecer puntos de la agenda del Gobierno de presidente Luiz Inácio Lula, como la lucha contra la desigualdad y la nueva gobernanza mundial, en un contexto internacional complejo.
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