Redacción •  Internacional •  22/03/2025

ACNUR: La crisis en la República Democrática del Congo se agudiza a medida que los recortes de financiación impactan a la ayuda humanitaria vital

  • En menos de tres meses, el número de congoleños que huyen a los países vecinos ha aumentado a más de 100.000 personas .
ACNUR: La crisis en la República Democrática del Congo se agudiza a medida que los recortes de financiación impactan a la ayuda humanitaria vital

La grave falta de financiación está obstaculizando gravemente los esfuerzos humanitarios en el este de la República Democrática del Congo (RDC) y en la región, dejando a millas de personas sin ayuda vital y llevando al borde de la catástrofe a una situación humanitaria ya de por sí crítica.

En menos de tres meses, el número de congoleños que huyen a los países vecinos ha aumentado a más de 100.000 personas . Las hostilidades en la provincia de Kivu Norte, especialmente en los territorios de Masisi y Walikale, unidas a una situación de seguridad extremadamente volátil en Bukavu y zonas aledañas en la provincia de Kivu Sur, han obligado a cientos de millas de civiles a huir.

En la ciudad de Goma y sus alrededores, en Kivu Norte, los campamentos que anteriormente albergaban a 400.000 personas desplazadas internas han sido destruidas , dejando a las familias varadas sin refugio ni protección. Debido a los recortes de financiación, los socios humanitarios tienen dificultades para reconstruir los refugios, dejando a las personas desplazadas sin apenas opciones de supervivencia.

Desde enero, más de 40.000 desplazados internos de Kivu Norte y Kivu Sur han llegado a Kalemie, en la vecina provincia de Tanganica , tras emprender peligrosos viajes de 700 kilómetros a través de múltiples zonas de conflicto y tener que cruzar lagos. Entre ellos hay jóvenes que huyen del reclutamiento forzado por grupos armados, así como mujeres y niños que quedaron separados de sus familias en medio del caos del desplazamiento.

Los peligros del viaje han provocado múltiples tragedias, ya que las barcas , que a menudo son los únicos medios para cruzar los amplios y caudalosos ríos, han volcado debido a su sobrecarga y fragilidad.

La falta de financiación supone la práctica imposibilidad de prestar una respuesta de emergencia adecuada por parte de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, la sociedad civil y el gobierno local, obstaculizando la construcción de refugios y la distribución de artículos esenciales como mantas, mosquiteras, productos para la menstruación o jabón. La congelación de fondos también ha impedido el reabastecimiento de los almacenes de emergencia de ACNUR en Kalemie, dejando solo 147 mantas para las personas desplazadas.

La situación en los países vecinos, Uganda y Burundi , es casi igual de grave. Más de 28.000 refugiados congoleños han cruzado a Uganda desde enero de este año, lo que representa un aumento del 500 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado, y prevé la llegada de otros 10.000 para finales de este mes. Los testimonios de los recién llegados dan cuenta de una huida desesperada del conflicto y graves violaciones de los derechos humanos. La mayoría de los centros de recepción y tránsito en Uganda están actualmente albergando siete veces más personas de su capacidad y carecen de suficiente agua, saneamiento y cobijo. Los recortes de financiación han dejado los centros de salud saturados, con una desnutrición infantil en aumento debido al cierre de los centros de alimentación en las áreas que albergan a los recién llegados.

En la comuna de Rugombo, en Burundi, que alberga a la mayoría de los 68.000 refugiados que han llegado al país desde febrero, la falta de instalaciones de adecuadas, unida al hacinamiento en el estadio y alrededores donde las personas han estado refugiándose, así como una limitada atención médica, han dado lugar a al menos ocho casos sospechosos de cólera. Sin más financiación que permita incrementar los servicios de salud, existe un importante riesgo de que la enfermedad se propague aún más. El nuevo espacio identificado para albergar a los refugiados ya ha superado su capacidad. Además, la crisis de financiación continúa provocando escasez de alimentos para los recién llegados . Los servicios para refugiados con necesidades de protección adicionales también están sobrecargados, incluidos los destinados a más de 400 niños y niñas no acompañados y separados y supervivientes de violencia sexual.

Agradecemos a los donantes que se han comprometido a apoyar a ACNUR y sus socios para aumentar la respuesta en la RDC y en los países vecinos, pero las crecientes necesidades superan con creces los recursos disponibles.


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