OTAN, en alerta ante Rusia y China tras desastre de Afganistán
El secretario general de la OTAN dice que la organización decidió concentrarse en su propio espacio para “protegerse de las amenazas de Rusia y China”.
En una reunión realizada el jueves en Bruselas (capital de Bélgica), el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, destacó que fue la primera oportunidad que los ministros de Defensa de los países miembros de la Alianza tuvieron para “discutir los problemas encontrados” con la caótica retirada de Afganistán, en agosto, y “los desafíos que se presentan” en ese país.
Stoltenberg admitió que la falta de una estrategia de salida había contribuido al caos en Afganistán, por lo que la OTAN decidió concentrarse en la defensa de su territorio, el área euroatlántica.
“Hay una transformación en curso. Hemos reducido significativamente el despliegue de misiones fuera de los territorios de la alianza y estamos fortaleciendo la defensa colectiva”, ha dicho Stoltenberg.
El funcionario noruego volvió a su postura de siempre y alertó de la modernización de los arsenales de Rusia y China para justificar la revisión de estrategia de la Alianza Atlántica.
“Debemos fortalecer nuestra ventaja tecnológica con los medios del nuevo fondo de innovación en seguridad dotado, con 1000 millones de dólares, y con la estrategia de inteligencia artificial”, enfatizó.
Tensiones de la OTAN con Rusia y China
En los últimos años, los lazos bilaterales entre Moscú y el bloque militar occidental han experimentado un deterioro a niveles nunca vistos desde el fin de la Guerra Fría.
Las dos partes siguen sin poder superar las tensiones que surgieron después de la crisis de Ucrania y la anexión de Crimea a Rusia después de un referéndum celebrado en 2014. De hecho, Washington y sus aliados en la OTAN han aumentado su presencia militar en Europa del Este, sobre todo, en los países bálticos y Polonia, recurriendo al pretexto de la amenaza rusa.
Mientras que, durante mucho tiempo, los aliados de la OTAN han determinado entre sus objetivos principales, la disuasión a Rusia, pero los desarrollos en los últimos años, como las inversiones chinas en puertos europeos y los ejercicios militares con Rusia, han provocado especial inquietud del Occidente hacia el pujante avance del gigante asiático.
Las principales potencias de la OTAN, entre ellos EE.UU. y el Reino Unido, rechazan reivindicaciones de Pekín en las estratégicas islas ubicadas en el Pacífico Occidental, en especial en el mar de la China Meridional.
Por otro lado, Pekín acusa a Washington y sus aliados de intentar desestabilizar la región del Pacífico y militarizar las aguas ricas en recursos del mar de la China Meridional.
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