‘EAU usó malware israelí en espionaje antes de asesinato de Khashoggi’
Los Emiratos Árabes Unidos ayudaron a espiar a la novia del periodista Khashoggi un año antes de que fuera asesinado en Turquía, revela un medio norteamericano.
Según un nuevo reporte publicado el martes por The Washington Post, casi medio año antes del asesinato del disidente periodista saudí Jamal Kashoggi, su novia, Hanan Elatr, fue detenida el 21 de abril en el aeropuerto de Dubái, donde fue interrogada durante varias horas y sus teléfonos móviles fueron requisados por miembros de una agencia de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) que a la vez les descargaron e instalaron el malware Pegasus, infame programa de espionaje israelí con el que ciertos gobiernos vigilan a disidentes y opositores.
El documento indica que, de acuerdo con el análisis forénsico de Citizen Lab, un reputado centro de investigación en ciberseguridad de la Universidad de Toronto, los agentes solo tardaron 72 segundos en abrir las puertas traseras de los móviles de Elatr a este poderoso virus espía, que se infiltra en el sistema de los dispositivos para rastrear todas sus acciones e incluso usar su cámara y micrófonos.
“Hemos encontrado la prueba del crimen en su teléfono”, ha explicado el autor de la investigación, Bill Marczak, a The Washington Post, diario en el que trabajaba Khashoggi.
Es la primera vez que se apunta directamente al Ejecutivo emiratí en el caso Khashoggi; no obstante, no se sabe aún quien o quienes están detrás de este movimiento contra Elatr. La investigación indica a que se instaló ese virus, pero no puede confirmar del todo si el móvil resultó finalmente infectado.
En julio pasado, el diario estadounidense The Washington Post, junto a otros 16 medios de comunicación con la ayuda de la organización pro derechos humanos Amnistía Internacional (AI) y la Organización Forbidden Stories, publicó un informe en el que se reveló que al menos 50 000 números de teléfono, incluidos los de activistas de derechos humanos, periodistas, políticos y abogados, habían sido controlados a lo largo y ancho del mundo a través del programa espía israelí.
Además, varios activistas han acusado en múltiples ocasiones a la compañía israelí NSO Group, el fabricante del controvertido software de espionaje Pegasus, de ayudar a los Gobiernos de los Emiratos Árabes Unidos y de México a espiar teléfonos inteligentes. A finales de noviembre, AI pidió la suspensión de la firma por ofrecer a Riad un programa de espionaje.
NSO Group ha alegado que vende su plataforma solo a condición de que el comprador la emplee contra terroristas y criminales, pese a que las pruebas presentadas en las demandas muestran lo contrario.
El propio Estados Unidos incluyó el pasado noviembre en su denominada “lista negra” el grupo NSO por suponer una amenaza para la seguridad nacional del país norteamericano.
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