Una gran jornada de paros y manifestaciones contra la reforma laboral de servicios públicos en Francia
Funcionarios y trabajadores del ferrocarril se han manifestado en Francia contra la política gubernamental en una jornada de huelga general para reivindicar la mejora del servicio público, el final de las privatizaciones y de los ataques a las condiciones laborales de los trabajadores.
Decenas de miles de personas han desfilado por las calles de las ciudades francesas, como en París, donde dos cortejos han desafiado la política gubernamental. Por un lado los funcionarios y por otro los trabajadores del ferrocarril. Todos denuncian la privatización de los servicios públicos, la degradación de la atención al ciudadano y la precarización de las condiciones de trabajo.
El presidente Emmanuel Macron quiere reformar por decreto el ferrocarril francés. Lo quiere hacer sin escuchar a los sindicatos, sin escuchar a los 149.000 trabajadores de la empresa nacional de ferrocarriles. Privatizaciones, supresión de más de 4000 km de líneas férreas y de 2000 empleos en 2018. Una regresión social para estos trabajadores que ven como al mismo tiempo la gestión de la empresa pública aumenta la deuda de 3000 millones de euros anuales hasta alcanzar los cerca de 50.000 ya acumulados.
Pero también han salido a mostrar su profundo descontento a los funcionarios. Trabajadores de los ministerios, de la enseñanza o de los hospitales. Ellos denuncian la supresión anunciada de 120.000 puestos de trabajo que degradará aún más un servicio público golpeado por las políticas de austeridad que se aplican desde hace una década.
Los últimos sondeos muestran que los franceses quieren reformas, pero no de esta manera pues el 55 % aprueba el movimiento reivindicativo de los funcionarios. Macron que ha visto también estas últimas semanas manifestarse a los pensionistas, a los trabajadores sociales y a los estudiantes. Un presidente que ve como su acción es cada vez más criticada.
La violencia no ha estado ausente en esta jornada donde la policía ha procedido a detenciones en varias manifestaciones como en Nantes y París. Los enfrentamientos entre jóvenes y policía han llevado a la utilización de gases lacrimógenos y cañones de agua contra piedras y botellas y a la degradación de mobiliario urbano y agencias bancarias.
Juan José Dorado, París.
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