Colombia registra 10 masacres durante el mes de agosto
- En menos de 24 horas Colombia ha registrado 3 asesinatos colectivos que han acabado con 17 vidas.
El senador Gustavo Bolívar exige al presidente Iván Duque, garantizar la paz y estabilidad en el país sudamericano.
Cuerpos sin vida de seis jóvenes asesinados a tiros y el dolor y la angustia que su muerte deja entre los familiares. Una fuerte y trágica imagen que los pobladores del Departamento de Nariño, han tenido que vivir por segunda vez en menos de una semana.
Es la tercera masacre que Colombia sufre en 24 horas con un saldo de 17 víctimas mortales y la quinta que ocurre en las últimas semanas. El drástico aumento de la violencia, ha hecho sonar las alarmas en el país.
10 masacres registradas
Durante el actual mes de agosto han ocurrido una serie de masacres en Colombia, localizadas en al menos cinco departamentos del país suramericano, con un saldo 46 personas asesinadas.
Las cifras en realidad pueden ser mucho más elevadas. Según el gobernador de Nariño, Jhon Rojas Cabrera, otras dos personas estarían desaparecidas. La masacre de este sábado se convierte en la tercera en menos de 24 horas en Colombia y la quinta que ocurre en la última semana.
«Diez masacres en un mes, seis en la última semana, tres de ayer a hoy. #SOSColombia. El resultado de hacer trizas la paz. #DuqueRespondaPorLasMasacres», denunció el senador Gustavo Bolívar.
Los principales escenarios de los crímenes son los departamentos de Valle del Cauca (suroeste), Cauca (suroeste), Arauca (este), Nariño (suroeste) y Norte de Santander (noreste, limítrofe con Venezuela), zonas ligadas a los enfrentamientos entre grupos irregulares por el control del territorio, que ponen de manifiesto que el conflicto colombiano, que hace unos años abrigaba esperanzas de concluir con los acuerdos de paz de La Habana, está muy lejos de su fin.
Otros asesinatos
Estos no constituyen los únicos crímenes o actos de violencia perpetrados en Colombia en lo que va de agosto. El pasado día 6 fue ultimado el excombatiente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (Farc-EP), Milton Andrés Mesa Castaño, en el departamento Valle del Cauca. Otro excombatiente y firmante del acuerdo de paz, Wilfermín Robayo, resultó asesinado el 9 de agosto.
Un día después, el 10 de agosto, fue asesinado el líder social afrocolombiano del municipio del Alto Baudó (Chocó), Patrocinio Bonilla. Efectivos paramilitares lo retuvieron junto a otras 15 personas, y posteriormente lo mataron. El senador colombiano Iván Cepeda llamó al Gobierno a «no dilatar más medidas para proteger a los lideres sociales».
El 12 de agosto fue hallada sin vida, en la región del Cauca, la menor de edad Michel Andreina Gómez Calvete. La niña era hija de dos excombatientes de las Farc-EP, que habían recibido con anterioridad amenazas de muerte.
Durante el actual mes de agosto también resultaron asesinados el líder ambientalista Jaime Monge, en el corregimiento de Villacarmelo (19 de agosto) y el líder social Fabio Andrés Gómez Grande, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda La Cristalina, en el municipio de Argelia (sur del Cauca), el mismo día.
Le gobierno niega el incremento de muertes
Desde el ejecutivo de Iván Duque persiste, sin embargo, el empeño en negar un incremento de la violencia. El ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, desplazado a Arauca, afirmaba que «no corresponde a la realidad» decir que en el gobierno del presidente Iván Duque «volvieron los homicidios colectivos», al tiempo que presentaba su nueva unidad de élite «contra masacradores». «Un solo caso duele, un solo caso hay que rechazarlo. Pero también hay que informarles a los colombianos con toda claridad porque, por razones de naturaleza política y de oposición al Gobierno, se señala que este es un fenómeno nuevo, que apenas se presenta en la administración del Presidente Duque, lo cual no es cierto», afirma el ministro.
El presidente Iván Duque, por su parte, ha recibido una oleada de críticas, tras la publicación en la red social Twitter de un gráfico con el que, según sus detractores, buscaba minimizar el nivel de violencia que se está dando en las zonas rurales de Colombia.
Nos duelen los muertos que deja la violencia producto de narcotráfico y terrorismo. Entre 2010 y 2018, nuestro país vivió 189 homicidios colectivos, y entre 2019 y 2020, 34 hechos de esa naturaleza. Seguiremos combatiendo a disidencias FARC, ELN, Clan del Golfo, carteles y otros. pic.twitter.com/r4kA3ComdT
— Iván Duque ?? (@IvanDuque) August 22, 2020
Con el gráfico, que compara cuantitativamente un periodo de 8 años con uno de 2, el presidente trataría de alejar las críticas dirigidas a su administración por no asumir las responsabilidades establecidas en los acuerdos de paz para garantizar la seguridad, los derechos humanos y la desmovilización de diversas zonas del país.
Mientras tanto, las protestas han regresado a las calles. A pesar de las restricciones establecidas por la crisis sanitaria, miles de personas salieron a las ventanas y los balcones en las principales ciudades del país para protestar con caceroladas «en contras de la muerte y el desgobierno».
Empiezan a sonar las Cacerolas #SOSColombia pic.twitter.com/flZ0VxzZdx
— Andrés Hernández. (@AndresCamiloHR) August 23, 2020