Los Brics se convirtieron en un imán para los países excluidos, dice un analista
La agenda se ha vuelto esencialmente geopolítica y eso es bueno para China, dice el director del Centro de Políticas Brics.
Los Brics se han convertido en un foro con una agenda excesivamente geopolítica, que funciona como un imán que atrae a países que, por diferentes motivos, no se sienten cómodos con el orden mundial dictado por las potencias occidentales.
El resultado: una avalancha de solicitudes de membresía, exactamente como quiere China, lo que provoca una situación delicada para India y Brasil, que nunca tuvieron la expansión del bloque entre sus prioridades. Y que ahora necesitan negociar con cautela y sabiduría, para no quedar aislados y no permitir que China los abrume, porque eso es lo que suelen hacer las potencias.
En resumen, esa es la línea de razonamiento de Ana Saggioro García, directora del Centro de Política Brics, centro de investigación del Instituto de Relaciones Internacionales de la PUC-Rio. Ella está en Johannesburgo, acompañando todo este ajedrez del nuevo orden mundial que están jugando los cinco miembros de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), junto a los más de 40 que ya han manifestado interés en sumarse, 22 de ellos formalmente.
Según ella, la declaración final de la reunión aprobará la ampliación del bloque, pero la forma en que se llevará a cabo este proceso, así como la definición de qué países serán los primeros en ingresar, se discutirá más adelante.
Este martes (22), respondió algunas preguntas de nuestro reportaje a través de mensajes de audio, poco después de la transmisión en el programa Café com o Presidente, en el que Luiz Inácio Lula da Silva defendió la importancia de criterios bien definidos para ampliar el grupo. Vea extractos clave de la conversación.
Brasil de Fato: Lula dijo que todos los países Brics defienden la expansión del grupo, pero que es necesario crear procedimientos para que esas decisiones puedan ser tomadas con asertividad, evitando futuros arrepentimientos. ¿Cree que es una forma sutil de decir que “queremos expandirnos, pero no mucho ”, en una postura diferente a la de los chinos, que defienden la expansión masiva?
Anna Saggioro: La entrada de Sudáfrica, en 2010-2011, ya era una agenda china, dada la importante presencia de China en África. No hubo resistencia porque todos entendieron que era necesario tener un país en el continente africano. Ahora los Brics ya tienen resuelta una representación regional, pero se ha convertido en un imán para atraer países hostiles al mundo occidental, o que encuentran las puertas cerradas para obtener crédito, o simplemente no se alían con las potencias occidentales, sin mayor criterio.
Hay países que han sufrido sanciones, como Irán y Venezuela; países que necesitan ampliar el acceso debido al mercado financiero cerrado, como es el caso de Argentina. Así, los Brics se convirtieron en un grupo con un carácter geopolítico más fuerte que en un principio. Al principio, la agenda era reformista.
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Querían orientar la reforma de las instituciones internacionales, en particular del FMI (Fondo Monetario Internacional), con el argumento de que necesitaban tener un asiento en la mesa de estas instituciones. Esa agenda ya no es relevante.
Hoy, la agenda es geopolítica: la idea de un mundo multipolar, de confrontar a Occidente y sus políticas, de crear un posible “contrapolo”, ya sea en el campo económico o en términos de ideas. Valores como la democracia y los derechos humanos no se entienden de la misma manera en los países que quieren unirse a los BRICS. Vemos a Irán, vemos otros países con tendencias autoritarias. O con cuestiones de género diferentes a la cosmovisión propuesta por los países occidentales.
Entonces, lo que dijo Lula es de esperar. La cumbre se cerrará con la declaración de que los Brics quieren nuevos miembros, pero luego comenzarán las negociaciones sobre los criterios, los calendarios y quién entrará primero. Todo se discutirá después de la cumbre, ya que China ya ganó la batalla de la ampliación. Todos los espacios multilaterales donde China pueda predominar como gran potencia, sin tener que enfrentarse a EEUU y Europa, querrá predominar. Hoy esto también sirve (a los intereses de) Rusia, debido a la guerra, pero no era necesariamente la agenda de India y Brasil.
Lula también hizo hoy una enfática defensa del ingreso de Argentina. En una conversación reciente con la analista Isabela Nogueira (profesora de Economía Política de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y coordinadora de LabChina), comentó que estaba notando malestar de los argentinos en relación a la falta de apoyo explícito de los brasileños. gobierno. ¿Cómo lo ves? ¿Brasil realmente quiere que Argentina se una o no?
Hay dos visiones de Brasil. Uno es más político y dice que un Brics fuerte y ampliado es importante para Brasil. Pero está el día a día operativo de las negociaciones, que es conducido por el Itamaraty pero también por otras organizaciones, como el Ipea (Instituto de Investigación Económica Aplicada), Fiocruz (Fundación Oswaldo Cruz) y agencias. Este día a día resulta ser mucho más difícil de lo que creen los analistas. Sentarse en una mesa y llegar a un consenso con Rusia, India y China es muy difícil, quizás con más miembros aún, y miembros de esa naturaleza.
Lula tiene la falda justa de necesitar dar señales positivas a Argentina, que es un gran socio y sería muy malo, en un momento de crisis, que Brasil le diera la espalda. Pero queda esta pregunta: si entró Argentina, ¿por qué no la otra?
Estos son los dilemas: si se permite, China pisoteará como pisotea cualquier potencia. Acuérdense de los Ibas (foro de diálogo entre India, Brasil y Sudáfrica), que es un grupo que China no quiere que exista, porque India es parte de él y China no.
Ya nadie habla de Ibas, cuya coordinación es con Brasil, mientras se desborda la agenda de los Brics, el G20 y Ucrania. Es difícil lidiar con este sobrepeso de China y con las tensiones que se desprenden del diferendo con India
Edición: Rodrigo Durão Coelho
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