Lula: «El golpe de estado en Bolivia es un crimen que atenta contra toda la región»

“Lo que hicieron con él (Evo Morales) fue un crimen. Fue un golpe de Estado, esto es terrible para América Latina”, señaló el exmandatario brasileño (2003-2011) en una entrevista concedida el viernes al diario británico The Guardian.

A la vez de denunciar el golpe en Bolivia, Lula calificó asimismo como un “error” la decisión del “amigo” Morales de buscar un cuarto mandato presidencial en el país.

Morales, el primer presidente indígena de Bolivia llegó al poder en 2006, con el 54 % de los sufragios, y salió reelegido en 2009 y en 2014, con más del 60 % del respaldo popular. Obtuvo, asimismo, el triunfo en los comicios presidenciales del 20 de octubre pasado.

La oposición rechazó los resultados electorales y protagonizó violentas protestas en el país durante tres semanas y luego, con el apoyo de las Fuerzas Armadas, provocó un golpe de Estado en Bolivia, obligando a Morales a renunciar a su cargo —el pasado 10 de noviembre— para preservar la paz en el país.

Lula da Silva celebró el ascenso de líderes de izquierda en la región

Tras lamentar la arremetida golpista en Bolivia el líder del Partido de los Trabajadores (PT) dijo estar “entusiasmado” por el ascenso de líderes de izquierda en la región, en referencia a la victoria de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en las presidenciales de México, así como el triunfo de Alberto Fernández en los comicios de Argentina.

“Bolsonaro quiere destruir las conquistas democráticas en Brasil”

Lula da Silva lamentó además la llegada al poder en Brasil del ultraderechista Jair Bolsonaro, a quien acusó de querer “destruir todas las conquistas democráticas y sociales de las últimas décadas” en su país.

Ante tal escenario, el exmandatario indicó que el PT se está preparando para regresar y gobernar el país y salvarlo de un presidente “sumiso” a EE.UU.

Bolsonaro “no solo va mal en lo que se refiere a política nacional, sino que su sumisión a (el presidente estadounidense, Donald) Trump y a EE.UU. es realmente vergonzosa”, fustigó.

Desde su llegada al poder en la Casa Blanca (en enero de 2017) Trump ha aumentado las presiones contra los Gobiernos izquierdistas de América Latina —Venezuela, Cuba, Bolivia y Nicaragua—, ha impuesto nuevas rondas de sanciones unilaterales y se ha esforzado al máximo para orquestar golpes de Estado contra dichos países a fin de sustituir a los Ejecutivos soberanos e independientes por títeres a sus órdenes.

Diferentes expertos regionales denuncian que los esfuerzos de Washington tienen como fin apropiarse de los abundantes recursos naturales de la región, especialmente del petróleo y del oro.