Frente Amplio en Uruguay deja como legado políticas sociales a seguir
De lo más cuestionado por la oposición derechista en Uruguay, el Ministerio de Desarrollo social (Mides) deja hoy como legado políticas que marcan un camino a seguir, en el criterio de fundadores. De lo más cuestionado por la oposición derechista en Uruguay, el Ministerio de Desarrollo social (Mides) deja hoy como legado políticas que marcan un camino a seguir, en el criterio de fundadores.
Se creó en 2005 por el primer gobierno del Frente Amplio, con el objetivo principal de hacerle frente a las secuelas sociales de la crisis económica de 2002, cuando una de cada tres personas se encontraba en situación de pobreza.
Proyectó como cometido secundario ‘formular, ejecutar, supervisar, coordinar, programar, dar seguimiento y evaluar las políticas, estrategias y planes en las áreas de juventud, mujer y familia, adultos mayores, discapacitados y desarrollo social en general’, tal como lo especifica el reciente informe elaborado por la cartera de cara a la transición gubernamental.
El director nacional de Evaluación y Monitoreo, Juan Pablo Labat, tildó los inicios del Mides de una experiencia ‘épica’, y así surgió el Plan de Asistencia Nacional a la Emergencia Social (Panes) a través del cual se recorrió el país para hacer un diagnóstico certero de cuál era la deuda social y ‘supimos que era necesario poner en juego otra batería de programas’.
Labat dijo que en 2008 se dio lugar el Plan de Equidad que redobló la apuesta, abarcando las reformas de la salud, tributaria, de la educación y a la seguridad social, y también se enfocó en políticas de vivienda, inclusión social, equidad de género así como en problemas de discriminación o discapacidad, que siempre estuvieron al margen de la matriz de protección uruguaya.
Destacó que la aplicación de los diferentes programas sociales del Mides no solo contribuyeron a combatir la pobreza, que pasó del 39.9 por ciento en 2004 a 8,1 en 2018, sino que coexisten con otras acciones transversales como aquellas orientadas por la agenda de derechos vinculadas a género y generaciones: políticas de infancia, de adolescencia y niñez, de vejez; políticas de género, de discriminación étnico racial o de orientación sexual.
En un detallado recuento ofrecido al semanario Caras y Caretas, el período de gobierno frenteamplista dejo instalada una inter institucionalidad que el Estado uruguayo que permite un abordaje multidimensional con programas puntuales aplicados desde 2012.
Labat celebró el hecho de que la transición se esté desarrollando prácticamente ‘en vivo’, de forma televisada, con documentos colgados en la web y ‘es muy importante definir cómo está la casa hoy para que después no vengan a inventar realidades que no existían para poder tapar promesas incumplidas’.
Añadió que ‘ desde el otro lado del mostrador’, esperamos poder seguir monitoreando la situación con los instrumentos que ha creado el Estado, investigando el resultado de las políticas más allá de los prejuicios ideológicos.
tgj/hr
Relacionado
