Agencia Telesur / Sputnik •  REUTERS Mohammad Ponir Hossain •  Internacional •  24/02/2018

ONGs y Organismos internacionales denuncian la situación de los refugiados rohinyás en Bangladesh

La agencia de Naciones Unidas señala que los campos de refugiados rohinyás en Bangladesh se verán afectados por la inminente temporada de ciclones.

ONGs y Organismos internacionales denuncian la situación de los refugiados rohinyás en Bangladesh

Al menos unos 720 mil niños rohinyás  se encuentran atrapados o acorralados en Myanmar debido a la violencia que se vive en este país, indicó un informe emitido por el Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). 

 

 

El director de los Programas de Emergencia de la Unicef, Manuel Fontaine, reveló que los menores se ven obligados a desplazarse dentro del territorio o bien se encuentran en estado de hacinamiento en los campos de Bangladesh porque no pueden volver a sus lugares de origen.

El informe de Unicef estima que más de 185.000 niños se encuentran atrapados en el estado Rakhine, debido a la violencia contra este grupo étnico.

Asimismo, en los campos de refugiados de Bangladesh, la agencia señaló que, probablemente, las inundaciones que se espera por la llegada de la temporada de ciclones hagan de los campos lugares vulnerables e insalubres, lo que aumenta la posibilidad de brotes de enfermedades, cierre de centros educativos y sanitarios.

“Esta es una crisis sin una solución inmediata que podría tardar años en resolverse a menos que haya un esfuerzo pactado para abordar sus causas”, declaró Fontaine.

Al mismo tiempo hizo un llamado al Gobierno de Myanmar para que termine con la violencia y la crisis de derechos humanos que se vive en Rakhine.

El Estado de Myanmar no reconoce al grupo étnico como ciudadanos y, por lo tanto, no les permite la libertad de movimiento y, oficialmente, son tratados como migrantes bengalíes.

Desde el 25 agosto de 2017 hay una masiva inmigración del pueblo rohinyás a causa del genocidio por parte del Ejército en el noreste de Myanmar (antigua Birmania).

Bangladesh desea deshacerse de los refugiados

Por su parte, la primera ministra de Bangladés, Sheikh Hasina, hizo un llamado a la India a presionar a Birmania para que inicie lo antes posible el proceso de repatriación de los refugiados musulmanes rohinyás.

«Queremos que la India presione a Birmania para que esta recoja lo antes posible a sus refugiados», aseveró en una conversación con representantes de medios de prensa de la India, citada por el sitio web bdnews24.

Según la jefa del Gobierno de Bangladés, la estancia de los refugiados rohinyás en este país representa una amenaza a la seguridad, ya que «cuando la gente no tiene trabajo puede caer fácilmente bajo la influencia de los extremistas».

“En la actualidad los grupos armados son una amenaza global… prestamos atención a este asunto para que no suceda lo mismo en nuestro país», indicó.

Hasina también abordó durante la charla el aspecto humanitario de esta crisis, al afirmar que la cantidad de hijos de estos refugiados «se multiplica día a día».

«Se acerca la época de las lluvias monzónicas, y mantener a los refugiados en campamentos temporales representa un riesgo tanto para Bangladés como para ellos», indicó.

A mediados de enero, los representantes de Bangladés y Birmania llegaron a un acuerdo sobre el regreso de los rohinyás a Birmania que deberá realizarse en dos años.

Según el convenio logrado entre las partes, Bangladés establecerá en su territorio cinco campamentos de tránsito, desde donde los refugiados se trasladarán inicialmente a dos centros de acogida en el lado birmano.

Birmania ha estado últimamente en el punto de mira internacional debido al conflicto con la minoría rohinyá en el estado de Rakáin.

Las autoridades centrales y la población budista consideran a los rohinyás inmigrantes indocumentados provenientes de Bangladés.

Los enfrentamientos más recientes tuvieron lugar en agosto de 2017, cuando insurgentes rohinyás atacaron puestos de seguridad del Gobierno.

Las autoridades respondieron a los ataques dejando entre los rohinyás cientos de muertos y centenares de miles que se vieron forzados a huir a Bangladés.

Según las estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones, el total de los rohinyás en Bangladés de momento ronda las 900.000 personas, de ellas unos 688.000 son refugiados.

La situación fue duramente criticada por la comunidad internacional, que ha pedido el fin de la violencia.


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