Israel sigue con temor las visitas de responsables iraníes a Siria
Los expertos israelíes vigilan ansiosamente las visitas de los líderes de la República Islámica de Irán a Siria. Ellos opinan que Tel Aviv, enfrentado a desafíos estratégicos, debe consolarse a sí mismo y olvidar todas las declaraciones optimistas de los políticos y militares israelíes.
Los expertos israelíes vigilan ansiosamente las visitas de los líderes de la República Islámica de Irán a Siria. Ellos opinan que Tel Aviv, enfrentado a desafíos estratégicos, debe consolarse a sí mismo y olvidar todas las declaraciones optimistas de los políticos y militares israelíes.
El conocido analista libanés Nasser Kandeel, en un análisis para el diario libanés Al Binaa, analizó los recientes desplazamientos de responsables iraníes a Siria, que fueron seguidos de cerca por el régimen israelí.
Entre dichas visitas están las del presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento iraní, Ali Boruyerdi; el presidente del Parlamento, Ali Lariyani; el general Qassem Soleimani, jefe de la Fuerza Al Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica; y el jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, Mohammad Hossein Baqeri.
Los israelíes consideran estas visitas muy importantes y creen que ellas se enmarcan en los esfuerzos continuos de Irán y Rusia para cambiar las ecuaciones y equilibrios de fuerza de Siria en relación a la entidad sionista, especialmente después de que Tel Aviv haya fracasado en obtener garantías de seguridad de Rusia en el área del Golán.
Israel ha comprendido que no puede impedir la decisión de Damasco de defender el espacio aéreo sirio y libanés. Éste fue justamente uno de los objetivos de la visita a Siria del general Baqeri: la creación de un sistema de disuasión a lo largo de las fronteras entre Siria y el Líbano, una decisión compartida por Siria.
Siria ha pedido también a Rusia que le ayude a crear un sistema antibalístico. Los israelíes afirman que esto crearía una defensa antiaérea eficaz no sólo para Siria, sino también para Hezbolá y el Líbano.
Esto muestra también que Siria e Irán están reforzando sus relaciones militares y de seguridad, contrariamente a lo afirmado por Netanyahu de que “no permitirá” una presencia militar iraní en el país árabe.