Redacción •  Internacional •  25/05/2020

África pierde miles de millones de remesas que envían los migrantes debido a la pandemia del coronavirus

Sólo en Europa se calcula que hay nueve millones de migrantes africanos de quienes dependen las familias en los países de origen para subsistir.

África pierde miles de millones de remesas que envían los migrantes debido a la pandemia del coronavirus
25 de mayo.- La crisis social y económica desencadenada por la pandemia del COVID-19 está afectando a la supervivencia de millones de familias en África subsahariana, más allá de las miles de víctimas causadas por el coronavirus, que superan hoy los 3.300 fallecimientos y las 110.000 personas contagiadas. Miles de millones de euros, provenientes de las remesas que puntualmente envían casi nueve millones de migrantes en Europa originarios de este continente están dejando de llegar a sus países.

El confinamiento, la pérdida de empleos, muchos de ellos informales, y la imposibilidad de moverse de un país a otro para conseguir recursos económicos, han hecho caer en picado unos ingresos que son fundamentales para la supervivencia de muchas familias africanas.
 
Sólo en Senegal, los aproximadamente 2.000 millones de euros que la diáspora envía cada año representan el 10% del PIB del país, envíos que han disminuido más de un 25% en unas semanas, según datos oficiales. El Banco Mundial ya ha anunciado que estas partidas se reducirán más de un 20% para el finales de año. En el caso de Senegal, el gobierno ha destinado unos 20 millones de euros para apoyar a los trabajadores migrantes y ha lanzado una distribución de alimentos para las familias en dificultades, pero no es suficiente. La situación es igualmente grave en otros países, por donde pasan los migrantes que viajan del sur.
 
Hoy, el 2,8% de la población africana son migrantes, la mayoría procedentes de África Occidental. Si bien son más los que se mueven por la región a la que pertenecen, muchos van hacia el norte del continente camino de Europa huyendo de la pobreza y de conflictos endémicos.

Históricamente, se estima que unos 12 millones de africanos se han movido con total libertad por la subregión y por el centro del continente, yendo de un país a otro en busca de empleo. Los movimientos hacia el norte aumentan a medida que son más los impactos del cambio climático, con sequías prolongadas, ciclos de lluvias cambiantes o plagas, como la de langosta, que ha afectado a África oriental esta primavera. Ahora, sin posibilidad de viajar de un país a otro debido a las medidas restrictivas adoptadas por los gobiernos, su situación económica y la de sus familias es de alto riesgo.
 
Por otro lado, están las miles de personas a las que la pandemia ha sorprendido en pleno viaje. Una encuesta Centro para las Migraciones Mixtas realizada en abril a migrantes y refugiados, concluye que un 68% ha visto limitada la posibilidad de encontrar empleo debido a la pandemia y un 20% asegura que ha aumentado el racismo en el país donde se encuentra. Aún así, apenas un 7% de los atrapados en países como Níger o Libia desearían ahora regresar a su hogar. La inmensa mayoría seguirá su proceso migratorio pese a las dificultades.
 
NUEVA DELEGACIÓN EN EL SAHEL
 
Action Aid, organización de la que forma parte Alianza por la Solidaridad, ha creado una Delegación en el Sahel, con sede en Dakar, con el objetivo de contribuir a maximizar el potencial de la migración y mitigar los riesgos en la comunidad de origen y las de tránsito, trabajando en sus causas y a la vez mostrando que es enriquecedora, tanto para migrantes como para los países y comunidades que los acogen.

Su portavoz, Elisa Paz, señala: “Queremos dar una respuesta integral para que la migración sea una decisión informada, desde los derechos y los riesgos, así como abordar las causas  estructurales de los grandes movimientos de personas en la región”.
 
Entre sus objetivos fundamentales está mejorar los medios de vida en los lugares de origen para que sean más resistentes al cambio climático, promover el empoderamiento de las mujeres, trabajar con movimientos sociales de los migrantes para que su voz sea escuchada en los países de llegada, así como luchar contra la trata de mujeres y niñas migrantes.
 
La pandemia de coronavirus y la crisis climática revelan que el modelo económico global tiene un alto impacto en África, demasiado dependiente de países que continúan acaparando sus recursos y sujeta al criterio de instituciones financieras internacionales. Una investigación de Action Aid constata que el FMI sigue imponiendo en el 78% de los países unos estrictos objetivos de déficit, aconsejando congelar o recortar la partida de salarios del sector público. Con ello, impide que se empleen más personal docente, médico, de enfermería o cuidados.
 
Ante la crisis económica y social que esta pandemia está provocando ya en el continente, desde la ONG, se propone, con motivo del Día de África:

  1. Un impulso al consumo local que garantice la soberanía alimentaria, así como del procesamiento local de productos disponibles a nivel comunitario.
  2. Reforzar redes entre productores locales para facilitar el suministro de insumos agrícolas (semillas, fertilizantes orgánicos, etc.) con una regulación de precios.
  3. Promover la agroecología y las energías limpias.
  4. Impulsar el acceso equitativo a los servicios sociales básicos para mujeres, niños y ancianos en zonas rurales (salud, agua potable, transporte, agricultura, energía, educación, etc.).
  5. Impulsar las empresas nacionales para limitar la dependencia del exterior. 
Desde que comenzó la pandemia, Alianza por la Solidaridad-Action Aid continúa trabajando en países como Senegal, Mozambique, Nigeria o Marruecos en apoyo de las poblaciones más desfavorecidas con acciones destinadas a paliar su impacto, como reparto de kits de higiene y alimentos.

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