Haddad continúa subiendo en las encuestas y derrotaría a Bolsonaro en la segunda vuelta en Brasil
En la carrera electoral por la Presidencia de Brasil, el candidato del PT, Fernando Haddad, recortó distancia respecto al ultraderechista Jair Bolsonaro.
Las posibilidades de alcanzar la presidencia aumentan para el candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad. Según el sondeo del Instituto Ibope, publicado este lunes, que entrevistó a 2506 personas entre el 22 y 23 de septiembre, el sucesor del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como candidato del Partido de los Trabajadores (PT) saltó del 19 al 22 % en intención de votos, acercándose a Bolsonaro.
En una eventual segunda vuelta, que se celebraría el 28 de octubre si ninguno de los candidatos obtiene el 50 % más uno de los votos, Ibope apunta una victoria de Haddad con el 43 % de apoyo, frente al 37 % que obtendría Bolsonaro. Este nuevo dato constituye una novedad, ya que en un sondeo anterior aparecían empatados con el 40 %.
Asimismo, la encuesta indica que Bolsonaro, abanderado del Partido Social Liberal (PSL) cuyo rechazo entre los electores ha pasado del 42 al 46 % en una semana, también perdería ante los otros contrincantes: Frente a Gomes (46 % contra 35 %) y ante Geraldo Alckmin (41 % contra 36 %), mientras que empataría con Marina Silva (39 %).
E na simulação do segundo turno ganhamos #HaddadPresidente #ManuNoJaburu #LulaManuHaddad pic.twitter.com/3lPohP4knn
— Manuela (@ManuelaDavila) 24 de septiembre de 2018
En tercer lugar en el estudio aparece el centroizquierdista Ciro Gomes, que se mantiene en el 11 %, seguido por el conservador Alckmin, que sube de 7 a 8 %, y por la ambientalista Silva que cae de 6 a 5 %. El porcentaje de votos blancos o nulos bajó de 14 la semana pasada a 12 % y el de indecisos pasó de 7 a 6 %.
Amenazas a Manuela D’Ávila
Uno de los factores más significativos de la campaña según los medios de prensa brasileños es el ambiente enrarecido por las amenazas y un encendido discurso violento, motivado principalmente por la campaña desplegada por el candidato ultraderechista Jair Bolsonaro tras el atentado que sufrió durante un mitin en Minas Gerais. A medida que se aproxima la fecha de los comicios, la campaña del PSL aumenta el discurso mesiánico con alusiones directas a una “intervención divina” para evitar la muerte del ex militar.
El nivel de preocupación ha aumentado hasta el punto que la candidata a la vicepresidencia por el Partido Comunista de Brasil y compañera de fórmula de Haddad, Manuela D’Ávila, ha pedido este lunes a las autoridades electorales que le brinden más seguridad policial durante los actos de campaña tras haber recibido amenazas de muerte a través de las redes sociales.
La candidata del PT recibió la amenaza de un presunto seguidor del partido PSL, quien intentó vincularla en los hechos ocurridos contra Bolsonaro, al tiempo que este aseveró que arremetería contra ella.
«La cólera generalizada, que se alimenta de informaciones falsas, es un terreno fértil para los justicieros que pretenden vengar a su mártir haciendo Justicia con sus propias manos», dijeron los abogados de D’Ávila ante el hecho.
Promesas de educación y el empleo
Mientras tanto, frente a la voluntad de encender los ánimos por parte de grupos religiosos que apoyan la candidatura de Bolsonaro, Haddad trata de reconducir la campaña hacia una propuesta política concreta, que aporte una imagen de viabilidad a su candidatura más allá de ser un mero recambio de Lula. Desde la ciudad de Curitiva, Haddad expresó que «fortalecer la democracia y cultivar un ambiente de paz en Brasil son puntos clave de la campaña del PT a la Presidencia de la República».
Fernando Haddad destacó que su plan de Gobierno está basado en dos pilares, la educación y el empleo, puntos que catalogó como parte del sufrimiento que vive el pueblo por el Gobierno de facto de Michel Temer.
Otro de los puntos fue la alimentación sana, respaldado en el Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE) con el que se destinaba el 30 por ciento de los recursos a la compra de alimentos que provenían de la agricultura familiar.
Agregó que en su Gobierno prevé invertir en alimentos sin agrotóxicos y en la agroecología.
«Queremos introducir la agricultura orgánica, sin agrotóxicos, entendemos que la agroecología es el camino para la alimentación sana», manifestó.