Grandi llama a proteger mejor a las personas refugiadas de la violencia sexual y de género en los espacios de trabajo

“El mundo laboral, particularmente, puede albergar riesgos para las personas refugiadas y para quienes sufren algún tipo de desplazamiento forzoso. Muchas personas no tienen otra opción excepto trabajar en el sector informal, lo que las expone a condiciones laborales abusivas e inseguras, inclusive violencia de género,” dijo Grandi, replicando la temática de este año de la campaña 16 Días de Activismo, ‘Acabemos con la Violencia de Género en el mundo laboral’.
 
Cuando el mundo celebra el 70º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ACNUR lamenta que el acceso al trabajo lícito y seguro continúe viéndose como una realidad lejana para muchos refugiados en sus países de asilo. Concederles derecho al trabajar y acceso a los mercados, para que puedan vender sus productos, indudablemente, reduciría el riesgo de violencia sexual. Al mismo tiempo, les habilitaría para ser más autosuficientes y contribuir contribuyendo a las economías en sus comunidades de acogida en condiciones dignas y seguras.
 
“Necesitamos medidas más fuertes y decisivas para proteger a las mujeres y niñas refugiadas que continúan estando expuestas a la violencia sexual y de género. Para muchas, el riesgo de ser violadas o abusadas sexualmente está presente en todos los aspectos de sus vidas, incluso en las tareas más básicas, como recolectar agua o leña. Espero que la comunidad internacional renueve su compromiso para acabar con estos actos violentos y se centré en hallar soluciones prácticas de manera urgente,” dijo la Enviada Especial del ACNUR Angelina Jolie.

Desde 2014, ACNUR, en asociación con Safe from the Start, iniciativa anti VSG apoyada por el gobierno de EE.UU., ha desarrollado 15 nuevos proyectos para reducir el riesgo de VSG mediante la proporción de energía para cocinar y la creación de oportunidades de subsistencia para mujeres refugiadas. Por ejemplo, la iniciativa MADE51 permite a artesanos refugiados -gran parte de ellos mujeres en riesgo de sufrir violencia sexual- recibir apoyo cualificado para el desarrollo de productos y el acceso a canales internacionales de marketing y a medios de subsistencia sostenibles.
 
El Alto Comisionado apuntó que ACNUR también participa activamente en la lucha contra la violencia sexual que afecta a su propio personal. “El acoso sexual es tanto inaceptable como injustificable y hemos tomado una seria de acciones decisivas para asegurar un especio de trabajo seguro y respetuoso para todos los trabajadores. Esto incluye una línea de asistencia independiente para trabajadores que quieran informar sobre malas conductas o necesite asesoramiento. Añadió que “esta es una prioridad fundamental para la organización.”