Elecciones locales en Ecuador: Gran victoria de los seguidores de Rafael Correa contra la derecha de Moreno y Nebot
Los candidatos afines a la Revolución Ciudadana se expanden en la capital y en los gobiernos de provincias clave.
Sin estar presente y sin tener un partido propio, el expresidente Rafael Correa y su movimiento se llevaron un espaldarazo de apoyo ciudadano en las elecciones locales y provinciales del pasado domingo. El correísmo solo pudo colocar a sus candidatos en una organización política prestada, Fuerza Compromiso Social, tras la fractura en Alianza PAÍS, el partido que fundó, e hizo telecampaña desde Bélgica a través de las redes sociales. Aun así, las urnas recordaron a la oposición y al nuevo presidente de Ecuador, Lenín Moreno, que los ecuatorianos aún confían en quien gobernó durante la última década.
En los comicios de este domingo había que renovar alcaldías y los gobiernos -prefecturas- provinciales, pero por primera vez en décadas no había una figura política de talla consolidada. Ni Correa estaba en el país para apoyar a los suyos, pues enfrenta un orden de detención y varias investigaciones judiciales por irregularidades en su administración. Ni su principal rival político, el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, podía postularse a la reelección. Estas ausencias notorias mantuvieron hasta el último momento la incógnita de cómo iba a quedar el tablero de poder en Ecuador y quién tomaría el relevo a nivel municipal y regional.
Las encuestas previas habían revelado un alto porcentaje de indecisión en los ecuatorianos dada la proliferación de aspirantes. Los 13,2 millones de electores ecuatorianos se enfrentaban a 81.278 candidatos distribuidos entre 221 alcaldías, 23 prefectos y 23 viceprefectos, más de 1.300 concejales y 4.100 vocales de juntas parroquiales.
La trascendencia de estas elecciones seccionales iba más allá del movimiento de fichas municipales y provinciales. Ha sido la primera llamada a las urnas desde que Rafael Correa dejó la presidencia y desde que su sucesor Lenín Moreno rompió con todo el legado del socialismo del siglo XXI. El partido oficialista, Alianza PAÍS, ya perdió terreno en la anterior convocatoria electoral municipal, en 2014, y estaba por ver si las masas que auparon a Rafael Correa durante una década de hegemonía política se habrían diluido entre correístas y morenistas.
Al final, los resultados resolvieron la incógnita a favor del correísmo, aunque el partido de Nebot conserva su nicho en Guayaquil y alrededores. El apoyo a Rafael Correa sigue vivo y con fuerza en provincias como Manabí, azotada por el terremoto en 2016, que permanece como bastión consolidado. También conquistó la prefectura de Pichincha, que quedó en manos de Paola Pabón con el 22,1 %. Lo más inesperado fue la victoria en la alcaldía de Quito de Jorge Yunda, un empresario del mundo de la radio cercano y beneficiado durante el Gobierno de Rafael Correa. El segundo puesto fue para Luisa Maldonado, la candidata correísta de Fuerza Compromiso Social, que además se erige como la fuerza política municipal de más peso con nueve concejales de 21. Yunda consiguió el 21,35 % de los votos y Maldonado el 18,44 %, cuando ya se ha completado la práctica totalidad del escrutinio. Las encuestas habían dado la victoria previamente al general retirado del Ejército, Paco Moncayo, que había cuestionado fuertemente la gestión de la administración anterior de la situación de inseguridad en la zona fronteriza con Colombia.
A falta de resultados completos, dadas las dificultades presentadas en zonas de provincia para hacer el recuento y trasladarlo a la central de la autoridad electoral, está por cifrar cuál es el apoyo ciudadano que aún conserva el correísmo a nivel nacional. Pero la conquista de ciudades y provincias claves envía un mensaje claro a sus opositores: Ecuador aún no ha pasado página con Rafael Correa.
Consejo de Participación Ciudadana, pieza clave
La principal baza del correísmo es la renovación del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, un organismo que ostenta el llamado quinto poder del país, que tiene la atribución de nombrar a las autoridades de control nacionales y cuyos integrantes serán elegidos por primera vez por sufragio directo. Hasta ahora, los siete miembros que nombran al fiscal general, al procurador del Estado o al contralor general, entre otros cargos, eran designados por concurso de entre un listado de nombres propuestos por el Ejecutivo. Desde Bélgica, Correa difundió un listado de siete nombres afines, mientras la oposición apostó por el voto nulo, con el fin de deslegitimar al ente y forzar su desaparición. Los resultados electorales para este organismo están aún pendientes.
El apoyo a Rafael Correa sigue vivo pese a que el exmandatario no reside en Ecuador. Candidatos afines a la Revolución Ciudadana obtuvieron un espaldarazo en las elecciones municipales y regionales del domingo. El escrutinio confirmó la victoria de Jorge Yunda a la alcaldía de Quito y de la correísta Paola Pabón a la prefectura de Pichincha. Por otro lado, se impuso la candidata socialcristiana Cynthia Viteri en Guayaquil, un feudo de la derecha.
La sorpresa más importante de esta votación fue el fraccionamiento del voto en la capital ecuatoriana, donde el candidato del partido Unión Ecuatoriana obtuvo el 21,35 por ciento de los votos, con el escrutinio de actas al 98,52 por ciento. Le seguía Luisa Maldonado, del movimiento de izquierda Compromiso Social, con 18,44 por ciento de los sufragios escrutados, y en tercera posición, con 17,72 por ciento, quedó el general y exalcalde de Quito Paco Moncayo, que era favorito en los comicios.
Ateniéndose al pasado de Yunda en las filas del expresidente Rafael Correa, de quien fue asambleísta, y también a la identificación política de Maldonado, las elecciones de este domingo en la capital ecuatoriana han sido interpretadas como una victoria del correísmo.
Una posibilidad que se corrobora con el triunfo también de Paola Pabón en la prefectura de Pichincha, de la que Quito es su capital. De 41 años y ex secretaría de la Gestión Política de la Presidencia de Correa, Pabón ha obtenido, con el 98,20 por ciento de actas escrutadas, el primer puesto en la provincia capitalina, con el 22,16 por ciento de los votos. Le sigue en segunda posición y el 20,75 por ciento de los votos Juan Zapata, de Alianza Izquierda Democrática. Quito era gobernada hasta ahora por el político Mauricio Rodas, de centro derecha.
Mas de trece millones de ecuatorianos acudieron a las urnas para elegir a 5.675 autoridades locales y sus suplentes entre alcaldes, prefectos, concejales urbanos y rurales, y miembros de las juntas parroquiales en el país. También se eligieron los siete vocales e igual número de suplentes del Consejo de Participación Ciudadana (Cpccs), que reemplazará al actual, de carácter transitorio, cuya conformación avaló una consulta popular realizada el 4 de febrero de 2018. El Cpccs es el organismo que elige en Ecuador a las autoridades de control de otros poderes del Estado, como el fiscal general o el contralor.
En cuanto a Guayaquil, la otra ciudad más importante del país y su principal puerto, con el 98,40 de las actas escrutadas el resultado da la victoria a la abogada socialcristiana Viteri, que obtuvo el 52,81 por ciento de los votos. Se impuso al exprefecto de la provincia de Guayas Jimmy Jairala, de Centro Democrático, que se hizo con el 31,75 de las boletas.
Por su parte, en la ciudad andina de Cuenca, la tercera del país, encabeza el escrutinio, al 99.79 por ciento del voto procesado, el candidato Pedro Palacios, de Alianza Azuay, con un 28.05 por ciento, seguido del representante del Movimiento Renace, Jefferson Pérez, 22.18 por ciento.
En un voto también muy fraccionado en esa ciudad, les sigue con 19,51 por ciento el exalcalde de la ciudad, Marcelo Cabrera, que se alió con el centroderechista Creo.