El pueblo cubano aprobó el revolucionario Código de las Familias: 66 % votó Sí con una participación del 74 %
El Consejo Electoral Nacional publicó al filo de las 8:00 a.m. los resultados preliminares del referendo por el Código de las Familias: 3 936 790 de ciudadanos votaron por el SÍ, lo que representa un 66.87 % de las boletas válidas.
«¡Sí!» La palabra es breve, pero este domingo se ha vuelto inmensa para los destinos de la Isla, que se ha pronunciado finalmente a favor de la inclusión, de la empatía, del amor, ese que alumbra lo que perdura, que engendra la maravilla, que convierte en milagro en barro.
La mayoría ha elegido un nuevo Código de las Familias, uno que retrata el país que somos y el que queremos ser, y responde a las esencias humanistas de la Constitución de la República y del Estado de derecho y justicia social que a partir de ella se erige.
Cada Sí que se dio este domingo en Cuba a este texto profundamente revolucionario es una afirmación por un presente reconocido en toda su diversidad, por un futuro de menos prejuicios y estereotipos, por una nación con todas las personas y para el bien de todas ellas.
Cada Sí estampado en boleta –como parte de un proceso democrático, transparente, y esta vez sin parangón por tratarse de una ley– resulta un voto por quienes alguna vez han sido discriminados en razón de su diferencia, por las familias que se apartan de lo tradicional, por las parejas que no han podido legalizar su afecto, por los niños o niñas que han sufrido violencia, por las maternidades y paternidades no realizadas…
Cuba ha dicho Sí por un país mejor, donde la virtud sea el único rasero para medir estaturas morales, donde la dignidad plena sea la regla, sin excepciones. La sabiduría popular ha hablado por el bien común, que incluye también a aquellos que decidieron votar en contra o no pronunciarse.
El 25 de septiembre de 2022 es ya un día histórico, la Isla ha demostrado una vez más que hacer la Revolución es no detenerse jamás en la búsqueda de más justicia, independientemente de las adversidades. El camino nunca ha sido fácil, pero sí muy digno. Quedan otras luchas en el empeño honroso de enaltecer lo humano, pero este Sí constituye, sin dudas posibles, la victoria de la belleza y la bondad.
Claves del Código de las Familias
Desde la perspectiva de género, el código refuerza la lucha por la igualdad. La Federación de Mujeres Cubanas ha enumerado lo que considera de alto impacto para las mujeres de la isla:
Regula los derechos reconocidos en la Constitución de la República, con especial énfasis en el de toda persona a constituir una familia, a la vida familiar, a la dignidad humana y la igualdad plena.
Los derechos de todas las mujeres en su diversidad.
Regula explícitamente el deber de cuidado familiar y la distribución equitativa del tiempo destinado al trabajo doméstico y de cuidado, sin sobrecargas para alguno/a de sus miembros.
Se reafirma el respeto a los derechos sexuales y reproductivos de todas las personas en el ámbito familiar, al derecho de las parejas a decidir sobre su descendencia y en todo caso el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos.
Se excluye el binarismo y la mirada únicamente biologicista de los vínculos y relaciones familiares.
Fuerte protección frente a la violencia basada en género en el espacio familiar a lo largo de todo el Código en diferentes títulos y artículos con efectos concretos.
Posibilidad de que la pareja acuerde un orden de los apellidos diferente al tradicionalmente paterno al momento de la inscripción del hijo o hija.
Estrictos controles legales, médicos y judiciales para autorizar la gestación solidaria que solo tendrá lugar entre parientes consanguíneos y entre personas afectivamente cercanas, con prohibición expresa de obtener remuneración, dádiva o beneficio alguno.
Cambia la denominación de la patria potestad por responsabilidad parental.
Se refuerza la responsabilidad paterna desde la perspectiva de género con la corresponsabilidad parental a través de figuras como la guarda y cuidado compartida, los pactos para organizar las funciones de la guarda y cuidado ya sea unilateral o compartida, entre otras.
Derecho de todas las personas a contraer matrimonio/constituir una Unión de Hecho afectiva.
Refuerza el valor económico del trabajo en el hogar.
Elimina el matrimonio adolescente con la prohibición absoluta del matrimonio para menores de 18 años de edad, sin excepciones.
Posibilidad de pactar el régimen económico del matrimonio, pero reglas inviolables aplican a todos los regímenes para proteger a quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad.
Refuerza la corresponsabilidad en el cuidado familiar y el valor económico del trabajo doméstico y de cuidado.
Posibilidad de pactar el régimen económico del matrimonio, pero reglas inviolables aplican a todos los regímenes para proteger a quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad.
Perfecciona la figura de la pensión al ex-cónyuge vulnerable.
Compensación económica a quienes se han dedicado al trabajo doméstico y de cuidados.
Reglas de adjudicación preferente de determinados bienes; reglas de liquidación en presencia de una empresa familiar.
Protección ante asimetrías en la unión de hecho afectiva.
[Lea aquí el Código de las Familias que Cuba aprobó]