[Elecciones Honduras] El último presidente democrático confía en vencer el fraude

Manuel Zelaya ganó las elecciones presidenciales hondureñas en 2005 y asumió el cargo que había ganado legal y legítimamente en 2006. Sin embargo no lo perdió por agotarse el tiempo de su legislatura o perder la reelección. Lo perdió cuando unos fusiles llamaron a su puerta tres años después. Tras ese golpe de estado y poder regresar a Honduras, Zelaya lideró la lucha del movimiento popular que se había formado tras el golpe. Lo ayudó a convertir en organización política y rompió el bipartidismo golpista en las elecciones de 2013 pese al fraude.

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Hoy ha sido pieza clave en la consecución de la necesaria unidad de la izquierda hondureña en La Alianza de Oposición contra la Dictadura. En ese frente político están su Partido Libertad y Refundación (Libre), el Partido Innovación y Unidad (PINU) y gran parte del Partido Anticorrupción (PAC). Las encuestas que no salen en los medios que apoyaron el golpe de estado y siguen apoyando a día de hoy a los contonuadores de la dictadura, dan la victoria a La Alianza, cuya fórmula presidencial la integran Salvador Nasralla (del PAC) como candidato a presidente y Xiomara Castro (Libre) como candidata a la vicepresidencia.

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Sin embargo, la sombra del fraude planea sobre las urnas de todo el país al igual que sucedió en las elecciones general de 2013. Algo que no precupa a Manuel Zelaya, el líder político de La Alianza ha vuelto a avisar de que no van a reconocer los resultados que salgan de la transmisión de actas electorales, sino del reconteo manual. La tercera organización del país, el Partido Liberal, también se ha pronunciado de igual forma. Una vez que se tengan los resultados reales, La Alianza piensa salir masivamente a la calle a defenderlo pese a lo que digan los magistrados del Tribunal Supremo Electoral.