Rusia condena el nombramiento de Elliott Abrams como emisario de EEUU para Venezuela
Según el ministerio de Exteriores ruso, el nombramiento de Abrams, un perfil ligado al intervencionismo y las operaciones ilegales en Latinoamérica desde la presidencia de Reagan en los '80, supone una demostración del intervencionismo y la intromisión de los Estados Unidos en la política interna de países soberanos.
«Es el intento de Washington para controlar directamente la situación política en Venezuela, que la élite estadounidense considera como su futura vasalla”. Así de contundente ha sido María Zajarova, portavoz del ministerio de Exteriores ruso ante la noticia del nombramiento de Elliott Abrams como nuevo emisario de los Estados Unidos para Venezuela. Para Rusia, el nombramiento de este agente ligado al intervencionismo en centroamérica en los años ’80 e involucrado directamente en el fallido intento de golpe de estado que Washington ya promovió en Venezuela en el año 2002, supone una declaración pública de intenciones.
Las autoridades estadounidenses “ya ‘restauraron’ la democracia en Irak, así como en Libia. Ellos fracasaron en Siria, o sería más exacto decir que no se les permitió hacerlo. Ahora, es el turno de Venezuela”, adujo Zajarova en tono irónico.
Rusia exhortó el mismo sábado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), a investigar los intentos de EE.UU. para materializar un golpe de Estado en Venezuela.
Rusia ha rechazado la intervención estadounidense en los asuntos internos de Venezuela y bloqueó, junto a China, un proyecto de declaración presentado por Washington en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) que pedía otorgar “apoyo pleno” al golpista Juan Guaidó, y a la opositora Asamblea Nacional (AN) que dirige, declarada en desacato en 2016, y por tanto carente de autoridad legal.
El miércoles pasado, Guaidó se declaró “presidente encargado” de Venezuela y se comprometió a formar “un gobierno de transición”, anuncio que fue respaldado poco después por EE.UU. y sus aliados.
Maduro quien juramentó su segundo mandato el pasado 10 de enero tras ganar holgadamente las elecciones el año pasado, ha asegurado que el pueblo bolivariano no aceptará que “imperio alguno” le imponga gobiernos por vías extraconstitucionales.