Equipe Media •  Internacional •  27/02/2023

La situación de los parados saharauis es una bomba de relojería

  • La Coordinadora Unida de Parados Saharauis en Dajla denuncia la política de Marruecos en la región de Dajla. Marruecos ha aumentado el empleo en la región para hacer frente a la construcción del nuevo puerto, “el puerto del Atlántico”, pero los nuevos trabajadores son colonos del norte mientras que a los saharauis se les impide trabajar.
La situación de los parados saharauis es una bomba de relojería

Es lo que manifiestan los desempleados pertenecientes a la Coordinadora Unida de Parados Saharauis en Dajla en un comunicado de prensa.

El 2 de febrero de 2023, quince desempleados empiezan a desplazarse a las afueras para manifestarse contra la marginación. El portavoz de la Coordinadora explicó en un video realizado para un sitio local de Dajla que, tras un año de diálogo con las autoridades que ha calificado como “diálogo de goma”, no han obtenido sino la procrastinación del problema.

Los desempleados quieren dialogar sobre una base realista para integrarse en el mercado laboral. El portavoz criticó la política de Marruecos en la región de Dajla. Marruecos ha aumentado el empleo en la región para hacer frente a la construcción del nuevo puerto, “el puerto del Atlántico”, pero los nuevos trabajadores son colonos del norte mientras que a los saharauis se les impide trabajar.

En su pancarta aparece el lema de estos parados «Dajla, riqueza, dinero, paro y dejadez». Los desempleados querían instalarse fuera de la ciudad e intentaron montar una jaima. La concentración solo duró 24 horas. Los gendarmes y las fuerzas auxiliares intervinieron empleando la fuerza, desmantelaron la jaima y obligaron a los desempleados a abandonar el lugar. Previamente los habían cercado para que nadie pudiera unírseles, impidiéndoles también proporcionarse comida.

El 6 de febrero, los parados acudieron a la sede local de la Comisión Regional del CNDH, Consejo Nacional de Derechos Humanos, para presentar el caso a la Presidente de la Comisión, quien escuchó sus denuncias y sus testimonios, así como detalles de sus peticiones.

La Coordinadora explicó en un comunicado las políticas racistas, por las cuales se eliminan los derechos de los saharauis, practicadas contra los parados durante años y para las que no existe solución: las autoridades se niegan a discutir o a acoger el tema positivamente. Por ello, la Coordinadora pide que se respete su derecho a la libertad de manifestación pacífica sin sufrir intimidación ni represión. Están preparados para iniciar una huelga de hambre en las instalaciones de la Comisión del CNDH en Dajla.

Los parados no quieren politizar el tema, sino pedir a los responsables que solucionen su problema del paro.

La presidenta del CNDH les pidió una semana para transmitir su mensaje. El 16 de febrero, solicitó a través de su gerente extender el plazo por un mes.

Estas reacciones contra la marginación de los saharauis por parte de las autoridades de ocupación también se produjeron hace unos meses en Smara.

El 21 de septiembre, un grupo de saharauis desempleados de Smara se dirigió a la región de Sidahmed Laroussi, a 30 km de Smara, para protagonizar una sentada junto al pozo del mismo nombre -Sidahmed Laroussi-, que tiene 20 m de profundidad. Han agotado todos los medios, desesperados por las mentiras y falsas promesas de las autoridades de ocupación. Protestan contra la marginación de los saharauis y exigen su derecho al trabajo y a la vivienda. Estos desempleados representan a diferentes sectores de la sociedad. La “cartilla”, un subsidio por desempleo, ha sido congelada por las autoridades. Los manifestantes exigen también la devolución de las cantidades bloqueadas.

Casi al mismo tiempo, el 19 de septiembre, un grupo de mujeres saharauis intentó manifestarse en Smara. Reclaman el derecho a la vivienda y el derecho a vivir con dignidad. Critican la marginación de que son objeto. Marruecos cede tierras a los colonos e ignora a los saharauis. Se concentraron en El Gouiz, en vano, porque fueron golpeadas y dispersadas por los gendarmes.

Todos esos meses de paciencia han quedado en nada. Por eso, los parados de las zonas ocupadas del Sáhara Occidental están anunciando nuevas manifestaciones para exigir su derecho al trabajo y a la vivienda.


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