Chad y Senegal ordenan cierre de bases francesas y ponen fin al colonialismo galo
Los gobiernos de Chad y Senegal anuncian el fin de la presencia militar francesa en sus territorios y ordenan el cierre de todas las instalaciones militares extranjeras en territorio nacional.
Los gobiernos de Chad y Senegal han decidido poner fin a la presencia de bases militares extranjeras en sus territorios, en un movimiento que subraya su determinación por consolidar la soberanía nacional.
Este jueves, el Gobierno de Chad anunció la ruptura de los acuerdos de cooperación en defensa con Francia, mientras que el presidente de Senegal, Bassirou Diomaye Faye, declaró el cierre de la base militar gala en Dakar.
Ambas decisiones llegan en un momento en que la influencia militar francesa en África se encuentra en declive tras recientes expulsiones de Malí, Burkina Faso y Níger.
Chad: Un giro histórico
El Gobierno chadiano, mediante un comunicado oficial, anunció la decisión de finalizar su cooperación militar con Francia, que mantenía aproximadamente un millar de soldados en su territorio.
“Esta decisión, adoptada tras un análisis profundo, marca un giro histórico. Ha llegado la hora para Chad de afirmar su soberanía plena y total”, declaró Abderaman Koulamallah, portavoz del Gobierno. El anuncio coincide con el 28 de noviembre, fecha que conmemora la independencia del país de Francia en 1958.
Aunque no se especificó un calendario para la retirada de las tropas, la medida pone fin a la presencia francesa en bases clave como Yamena, Abéché y Faya-Largeau.
Francia había considerado a Chad su último bastión en el Sahel tras ser expulsada de otros países de la región. El portavoz chadiano también subrayó que esta decisión no afecta los lazos históricos entre ambas naciones, y pidió una transición armoniosa hacia nuevos modelos de cooperación.
La salida de las tropas francesas también refleja un cambio en las alianzas estratégicas de Chad, que ha estrechado relaciones con otros actores internacionales como Rusia, aunque el Gobierno insiste en que su prioridad es redefinir sus alianzas en función de sus intereses nacionales.
Senegal: La soberanía como prioridad
Por su parte, el presidente senegalés Bassirou Diomaye Faye confirmó el cierre de las bases militares francesas en Dakar, donde actualmente se encuentran desplegados unos 350 soldados.
“Senegal es un país independiente y la soberanía no es compatible con la presencia de bases militares extranjeras”, afirmó Faye en una entrevista reciente.
El presidente de #Senegal🇸🇳, Bassirou Diomaye Faye, declaró que #Francia🇫🇷 tendrá que cerrar sus bases militares en ese país del occidente de África pues su presencia allí es incompatible con la soberanía.https://t.co/MtwcIp1uJ2
— teleSUR TV (@teleSURtv) November 29, 2024
Aunque no se proporcionó una fecha específica para la salida de las tropas, el anuncio responde a las demandas de un electorado que ha respaldado las políticas panafricanistas del partido gobernante, Pastef.
El contexto histórico también juega un papel crucial. El anuncio se produce pocos días antes del aniversario de la masacre de Thiaroye, un trágico episodio de 1944 en el que soldados africanos fueron asesinados por exigir el pago de sus salarios tras participar en la Segunda Guerra Mundial.
Además, desde 2010, Senegal ha reducido significativamente la presencia militar francesa en su territorio, pasando de 1.200 efectivos a los actuales 350, que tenían como objetivo principal entrenar a las fuerzas armadas locales.
Francia y su presencia menguante en África
Estos anuncios representan un nuevo golpe para la presencia militar francesa en África. Francia, que en la actualidad cuenta con unos 4.120 soldados desplegados en el continente, ha sufrido una reducción constante de su influencia en la región del Sahel.
En los últimos dos años, las tropas francesas fueron expulsadas de Malí, Burkina Faso y Níger, países que han fortalecido sus lazos con Rusia en cuanto a cooperación militar.
Todo esto en un contexto donde el resentimiento contra Francia en África Occidental se ha intensificado debido a su legado colonial y su continua injerencia política y económica en sus antiguas colonias.
Durante la época colonial, Francia implementó sistemas diseñados para extraer recursos y mantener el control mediante políticas represivas, una relación que muchos consideran neocolonial.
A pesar de la independencia de estos países, Francia ha mantenido fuertes vínculos económicos y militares, como el uso del franco CFA y acuerdos de defensa que han permitido a París intervenir para respaldar gobiernos que muchos consideran corruptos y autoritarios. Esta influencia, sumada a la falta de avances en la seguridad y el desarrollo, ha generado una creciente frustración, especialmente cuando Francia no ha logrado garantizar la estabilidad frente a insurgencias islamistas en el Sahel.
La salida de las bases en Chad y Senegal podría acelerar la consolidación de un nuevo orden geopolítico en África, donde las antiguas potencias coloniales se ven obligadas a reconfigurar sus relaciones con países que buscan una mayor independencia y diversificación de alianzas.