Argentina se prepara para la huelga general del 30 de abril
Las adhesiones al denominado Paro Nacional se han ido incrementando a lo largo de las últimas semanas generando preocupación entre el gobierno de Macri.
En las calles de las principales ciudades de Argentina se pueden encontrar afiches y pasquines convocando a la huelga general que tendrá lugar este martes. Convocada por la Central de Trabajadores de la Argentina, una central sindical con cerca de un millón y medio de afiliados, la convocatoria, que en principio era contemplada con desdén por parte del ejecutivo de Mauricio Macri y contemplada como un mero paro parcial de los camioneros de la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros liderada por Hugo Moyano, comienza a tornarse una amenaza para un gobierno que atraviesa sus peores horas.
La convocatoria apela a todos los sectores productivos del país a realizar “un paro nacional activo con movilización de 24 horas en rechazo a la política económica del gobierno nacional”.
La movilización responde al clima de rechazo al gobierno ante los problemas económicos que atraviesa el país. En la última semana, una nueva devaluación de la moneda, unida al desplome de los bonos de deuda, ha continuado minando una maltrecha economía nacional.
Las políticas de ajuste estructural con las cuales Mauricio Macri prometía devolver a Argentina a la senda de crecimiento y estabilidad en el año 2015 han fracasado estrepitosamente durante su mandato, minando la credibilidad de un presidente que se tendrá que enfrentar a las urnas el próximo mes de octubre, con escasas posibilidades de reeditar presidencia, en un clima de creciente agitación social.
A lo largo de su gobierno, el peso argentino se ha desplomado, perdiendo enormemente su valor, mientras que la calificación crediticia argentina es la peor de la región.
“El Paro Nacional convocado de manera conjunta entre el Frente Sindical, la Multisectorial 21F, la CTA Autónoma y la CTA de los Trabajadores, es en rechazo de las medidas del gobierno de Mauricio Macri que atacan a los trabajadores y trabajadoras, asfixian a las familias argentinas y empujan a grandes sectores de la población por debajo de la línea de pobreza”, reza el manifiesto de la movilización.
El papel de la CGT
Una de las mayores inquietudes para el gobierno resulta ser la presencia de sectores de la CGT en la movilización. La histórica central sindical se ha mantenido fuera de las convocatorias, rechazando la utilidad de una huelga general contra el gobierno, lo que le ha valido duras acusaciones por parte de los sectores más movilizados que catalogan a su dirección, encabezada por Carlos Acuña, de “domesticada”.