Bolsonaro responde a las críticas a la inflación recomendando comprar armas
- El presidente ultraderechista de Brasil, Jair Bolsonaro, instó a la población a comprar fusiles y no ‘porotos’ para evitar ser esclavos.
“Todos tienen que comprar un fusil. Un pueblo armado jamás será esclavizado. Yo sé que cuesta caro tener uno, pero hay unos idiotas que dicen no, hay que comprar porotos”, dijo el viernes Bolsonaro a sus simpatizantes.
La alusión al poroto es para enfrentar las críticas por la inflación creciente en el país y el aumento de la canasta básica de alimentos, siendo el frijol una de las bases de la alimentación diaria brasileña.
El mandatario defendió el acceso a las armas de fuego para la población, argumentando los altos índices de criminalidad urbana y rural, con constantes casos de robos seguidos de homicidio.
Sus comentarios se producen en medio de las tensiones con el Supremo Tribunal Federal y la preparación de las marchas bolsonaristas del 7 de septiembre, que causaron un gran revuelo porque hubo policías que convocaron a los agentes a participar en las protestas. Los gobernadores pidieron a las policías respetar la legalidad y no involucrarse en política, algo que está prohibido por ley.
En julio, el mandatario ultraderechista eliminó el impuesto de 150 % que tenían que pagar los exportadores brasileños que venden armas de fuego a países de Centro y Sudamérica.
A mediados de abril de este año, la Corte Suprema suspendió otra medida que buscaba eliminar los tributos para la importación de revólveres y pistolas junto con otros decretos dictados por Bolsonaro que facilitaban la de compra y uso de armas en Brasil.
La flexibilización del porte y la posesión de armas es una de las promesas de campaña del mandatario, quien tiene como modelo armamentístico el de Estados Unidos.
Bolsonaro, líder de una emergente ultraderecha y quien se proclama “armamentista”, asumió la Presidencia de Brasil en enero de 2019 y desde entonces ha impulsado diversas medidas para promover la “autodefensa” de la sociedad contra la creciente delincuencia, una política que ha suscitado gran polémica en un país con récord de homicidios.