TeleSur •  Internacional •  29/01/2017

Volverlos refugiados y negarles la entrada, Estados Unidos

EE.UU. materializó una política de Estado implícita históricamente, el rechazo a quienes huyen de guerras con su sello: los refugiados.

Volverlos refugiados y negarles la entrada, Estados Unidos

«Estados Unidos es un país de migrantes y de refugiados», dijo Barack Obama en su último discurso como presidente. Aunque la burbuja mediática apunta al gobierno de Trump como xenofóbico, las históricas políticas de Estados Unidos hacia los refugiados demuestran que no es un episodio nuevo.

En el mundo hay más de 16 millones de refugiados. Es decir, más de 16 millones de personas han huido de su país natal para salvarse de las guerras; esa es la característica principal que los diferencia de los migrantes, quienes trascienden fronteras en busca de mejores oportunidades económicas y/o sociales, entre otras razones.

De esos más de 16 millones, solo 559 mil están en Estados Unidos: una mitad como refugiados y la otra mitad como solicitantes de asilo. Esa cifra es casi inapreciable respecto a la población total de Estados Unidos, unos 319 millones de habitantes.

Incluso países como Uganda, con 38 millones de habitantes, albergan más refugiados que Estados Unidos. Se debe principalmente a la proximidad geográfica, la llamada migración interafricana; pero también a las mayores restricciones de índole administrativo y social que puedan encontrar fuera de su continente.

No recibirlos, pero sí bombardearlos

En 2014 Barack Obama hizo una declaración de guerra explícita a Siria: anunció los bombardeos contra Daesh sin consentimiento del gobierno y el apoyo deliberado a lo que él llamó «oposición moderada», que en realidad es un cóctel entre mercenarios y nacionales armados con financiamiento internacional.

Nadie sabe con exactitud cuántos muertos ha dejado la guerra en Siria. Staffan de Mistura, enviado especial de las Naciones Unidas, indicó en 2016 que eran 400 mil fallecidos, no obstante, las organizaciones no gubernamentales manejan cifras distintas. Las principales causas de las muertes en las que se pudo precisar el origen son disparos, bombardeos en tierra y bombardeos aéreos.

Como «solución» a la crisis, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) repartió entre 2015 y 2016 determinada cantidad de refugiados para ser reasentados en diversos países.

De un total general de 4,8 millones de refugiados que deja la guerra en Siria, Acnur refirió a Estados Unidos 17 mil ciudadanos sirios, de los cuales solo mil 564 fueron admitidos, según el Departamento de Estado. Leer más sobre guerras

A Syrian refugee mother poses with her baby in front of their tent in Yayladagi refugee camp in Hatay province, near the Turkish-Syrian border, Turkey, Oct. 15, 2016.
Una refugiada siria posa con su hija cerca de la frontera Siria-Turquía. Oct. 15, 2016.

«God Bless America»

«Es un problema de vigilancia. Cada año entran 100 mil musulmanes y en este país hay miles de personas llenas de odio», aseveró el presidente Trump en campaña electoral.

A una semana de su toma de posesión le quitó el velo a una política de Estado históricamente implícita. Trump decretó el cierre temporal del país para los refugiados de todo el mundo y los migrantes de siete países de Oriente Medio: Iraq, Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia y Yemen. 

Refugiados y migrantes que iban en camino quedaron varados y otros detenidos en distintos aeropuertos. Por otra parte, Irán anunció que devuelve la política de restricciones y prohíbe la entrada a los estadounidenses.

Aunque las medidas han sido calificadas como «proteccionistas», no hay antecedentes de que un refugiado haya estado implicado en actos de terrorismo doméstico en Estados Unidos.

Un estudio de New America indica que desde el 11 de septiembre de 2001 se han registrado más ataques de la supremacía blanca que de terroristas en el país norteamericano. Leer más sobre islamofobia


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