Brasil: Una victoria moral es el preludio de una victoria política

Una campaña dura, huella, de calle y enfrentando por primera vez en décadas los sectores fascistas. La campaña del Bolsillo se valió de artimañas y estrategia de guerra. Contó con el apoyo de Estados Unidos e Israel, sin hablar de la miríada de pequeños grupos supremacistas blancos y fascistas. La campaña de las alcantarillas hizo todo para vencer en la primera vuelta. La ida para el segundo fue tratada por ellos como una derrota. La blitzkrieg no funcionó. Fuimos al segundo turno.

Hicimos la mayor y más amplia campaña desde las Directas Ya y 1989. Fue una jornada épica. Salimos del 29,3% para un empate en vísperas. Envolvemos un amplio sector de demócratas que hizo el voto en el falso mesías ser un voto tímido, avergonzado, preso a las fakenews (que dieron al candidato el nombre de un proyecto de ley anti fakenews en Chile).

El amor entró en el aire y entusiasmó a miles. Ni con la violencia que segó la vida del maestro Moa, los intentos de callar a Roger Waters y los estudiantes, la muerte del joven Charlione, ni el atentado a poco en el MST callaron nuestra voz. Una campaña fuerte alcanzó todo el país.

No tuvimos hoy una victoria política, pero con certeza moral. Vamos adelante. Combatemos el buen combate. Luchamos hasta el último minuto. Nuestra victoria será estratégica para el mundo. Nuestra derrota será de pie y con las mejores condiciones para una oposición fuerte, digna de una gran resistencia nacional. Venceremos. Venceremos!

* Abogado laboral y sindical, integra la Dirección Nacional de la Consulta Popular.