El Gobierno de facto de Bolivia pedirá la expulsión de los diplomáticos españoles
El ministro de Gobierno de facto en Bolivia, Arturo Murillo, ha anunciado este sábado que pedirá a la autoproclamada presidenta interina Jeanine Añez y a la canciller interina Karen Longaric que la delegación diplomática de España abandone el país, tras el incidente ocurrido el pasado viernes en la Embajada de México en La Paz durante la visita de la encargada de negocios de España.
«Voy a pedir a la presidenta y a la canciller que pidan que esas personas se vayan del país, no es correcto que vengan a hacer lo que quieran, hace muchísimos años hemos dejado de ser colonia española», ha afirmado Murillo, citado por EFE.
El incidente
Según Longaric, la mañana del pasado viernes personas identificadas como funcionarios de la Embajada de España en Bolivia, acompañadas por supuestos «encapuchados», «intentaron ingresar de forma subrepticia y clandestina» a la residencia diplomática de México en La Paz. La canciller de facto informó que se enviará una nota a la Cancillería de España «denunciando atropellos» a su soberanía.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España afirmó que investigará los hechos, al tiempo que negó que el incidente en la Embajada de México en Bolivia tuviera «como objeto facilitar la salida de personas» que se encuentran allí asiladas.
«No pueden seguir»
Murillo aseguró que las acciones de los diplomáticos españoles han ofendido a los bolivianos, por lo que «no pueden seguir en este país». «Creo que deberían hacer un cambio inmediato de su delegación diplomática», sentenció.
El ministro de facto precisó que no se está pidiendo que se vaya la Embajada española «sino las personas que han maltratado y ofendido a los bolivianos», recogen medios bolivianos.
Tensión diplomática
El confuso incidente del viernes se produjo en medio de un clima de tensión diplomática ante lo que el Gobierno del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha calificado como un «asedio sin precedentes» contra la sede diplomática mexicana, donde actualmente se encuentran refugiados nueve exfuncionarios del Gobierno depuesto de Evo Morales.
Los roces por el fuerte cerco policial han provocado una serie de acusaciones cruzadas entre México y Bolivia en los últimos días, que han incluido insultos contra el presidente López Obrador por parte de funcionarios bolivianos como el expresidente Jorge ‘Tuto’ Quiroga, que lo llamó «sinvergüenza, cobarde, servil y sumiso».