EE UU acorta el periodo de aislamiento y cuarentena recomendado para la población
Tras la llegada de ómicron, los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos redujeron ayer el aislamiento de los contagiados asintomáticos. Igualmente, actualizaron las cuarentenas: las personas no vacunadas deberán guardarla cinco días y pasar otros cinco con mascarilla de forma estricta, mientras que los que sí estén inmunizados deberán pasar diez días con la mascarilla puesta en todo momento.
El avance de la variante ómicron del coronavirus ha llevado a Estados Unidos a cambiar sus recomendaciones de aislamiento en casos de contagio y exposición a la covid-19 y a replantearse otras medidas, como la de mostrar prueba de vacunación en vuelos domésticos.
Ayer por la tarde, los Centros de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) confirmaron la modificación sugerida esa misma mañana tanto por el presidente, Joe Biden, como por el principal epidemiólogo del Gobierno, Antoni Fauci, y publicaron nuevas recomendaciones para reducir los tiempos de aislamiento de asintomáticos en caso de contagio, que pasa de diez a cinco días.
Hasta ahora, la administración de Estados Unidos se había mostrado escéptica sobre cambiar las medidas, pero tanto Biden como Fauci abrieron la puerta debido a que ómicron parece ser más contagiosa que otras mutaciones de la covid-19, aunque también menos grave.
Desde los CDC sostienen que el cambio viene motivado por la demostración científica de que la mayoría de los contagios se producen al inicio de la enfermedad, en el primer y segundo día de aparición de los síntomas y dos o tres días después.
Por eso, las personas que resulten positivas deberían aislarse durante cinco días si son asintomáticas y una vez pasado ese periodo continuar con mascarilla otros cinco días para minimizar el riesgo de infectar a otros.
Antes de conocerse la decisión, Fauci reconoció el mismo 27 de diciembre por la mañana que “hay tanta gente que se está infectando, incluyendo contagios en gente que está vacunada”, que por eso se estaba estudiando reducir el tiempo de aislamiento, como finalmente ha ocurrido.
Cuarentena de 5 días
Los CDC también ha actualizado sus recomendaciones para la cuarentena de quienes se quienes hayan estado expuestos a la enfermedad –por contacto con un contagiado–.
En el caso de que los expuestos sean personas no vacunadas, lleven inmunizadas más de seis meses (o más de dos en el caso de la vacuna de Janssen) deben guardar también cuarentena de cinco días y pasar otros cinco con mascarilla de forma estricta. Los que sí estén vacunados o con el refuerzo reciente deberían pasar diez días con la mascarilla puesta en todo momento.
Por otro lado, Fauci argumentó que sería “razonable evaluar” la imposición de nuevos requisitos de vacunación para los vuelos domésticos. Hasta ahora, Estados Unidos solo pide prueba de vacunación a los viajeros de vuelos internacionales que no sean ni ciudadanos ni residentes permanentes, aunque todos deben probar que han dado negativo en un test de coronavirus.
Sin embargo, en los vuelos nacionales no existe ningún requisito para viajar, pero Fauci consideró que pedir una prueba de vacunación podría hacer que más estadounidenses accedan a ponerse la inyección.
Actualmente Estados Unidos tiene una tasa de vacunación del 61%, que es baja comparado con otros países como Portugal (88 %), Chile (87 %) o España (90 %).
Nivel de infección similar al del pasado invierno
Esta decisión se produce en un momento en el que Estados Unidos ha superado los niveles de infección que se registraron en verano con la variante delta y ha llegado a las cifras del pasado invierno, cuando la población aún no estaba vacunada.
En concreto, en la última semana (del 19 al 26 de diciembre) se registró una media de 203.000 por día, un nivel que no se había visto desde el 19 de enero, de acuerdo a los datos de The Washington Post.
Asimismo, las autoridades sanitarias han avisado que EE UU pronto podría registrar más de un millón de nuevos casos por día, lejos del pico de 248.000 que se alcanzó el pasado invierno.
Pero mientras los casos se disparan, millones de estadounidenses tuvieron este fin de semana grandes dificultades para hacerse con un test, ya que en muchos estados era imposible conseguir cita y, además, las pruebas de antígenos caseras se habían agotado.