Ejército israelí se erosiona; paracaidistas no quieren invadir Rafah
Decenas de paracaidistas militares israelíes anunciaron que estaban cansados de la guerra y que no participarían en una operación terrestre en Rafah, sur de Gaza.
El canal 12 de la televisión israelí informó que 30 reservistas israelíes de la compañía de paracaidistas afiliada a la brigada de paracaidistas del régimen sionista rechazaron la orden de prepararse para participar en un ataque a la ciudad de Rafah, donde se hacinan más de 1,5 millones de desplazados.
Los comandantes de estas fuerzas explicaron que no obligarían a los oficiales de reserva a participar en el ataque a Rafah, ya que no afectará el aspecto operativo, pero, en cualquier caso, la medida indica el alto desgaste de la fuerza de reserva tras meses de conflicto en la Franja de Gaza.
Las familias de los miembros de la brigada de paracaidistas israelíes han expresado repetidamente su preocupación por su salud y han admitido que sus hijos sufren fatiga y depresión debido a la larga batalla en la Franja de Gaza y han pedido al ejército que les conceda un permiso prolongado, sobre todo porque hasta ahora decenas de miembros de esta brigada han muerto y han resultado heridos en combates contra la Resistencia palestina.
No es la primera vez que la unidad de paracaidistas aparece en los titulares de la guerra en Gaza. Anteriormente, el 29 de febrero, según la radio del ejército sionista, el mando del ejército retiró su brigada de paracaidistas de la Franja de Gaza y la reemplazó. con la brigada “Bisalak” (828) para que las primeras pudieran descansar y tomar licencia por segunda vez durante la guerra de Gaza.
Israel emprendió una guerra brutal en Gaza el 7 de octubre, con bombardeos indiscriminados que han dejado más de 34 400 palestinos muertos, en su mayoría mujeres y niños, y más de 77 400 heridos, en medio de una destrucción masiva y una grave escasez de artículos de primera necesidad.
¿Qué pasa en Rafah?
Poco después del estallido de la guerra, Israel informó a los palestinos que residen en el norte de Gaza que debían trasladarse a “zonas seguras” en el sur de la Franja de Gaza, como Rafah, pero los bombardeos no cesaron en toda la Franja de Gaza. Más de 1,5 millones de palestinos desplazados se encuentran actualmente hacinados en Rafah, según Naciones Unidas, y viven en condiciones muy pobres, sufriendo falta de agua, alimentos, medicinas y vivienda. Un millón de estos desplazados viven en tiendas de campaña o cerca de refugios establecidos por organizaciones no gubernamentales.
En este contexto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, amenaza con una operación militar en la ciudad de Rafah. Las organizaciones no gubernamentales y un número creciente de países se oponen a esta operación por temor a que provoque la muerte de un gran número de civiles.
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