Rebelión en el Kurdistán iraquí

Al menos 600 manifestantes kurdos han sido arrestados desde el inicio de las protestas en el Kurdistán iraquí anunció un responsable del partido político de oposición kurda Goran. Las protestas comenzaron la semana pasada y estuvieron dirigidas contra la corrupción y las crecientes dificultades económicas que vive la región.

Las protestas se han iniciaron tras el fracaso del referéndum independentista del 25 de septiembre, que fue desautorizado por Bagdad. En una posterior ofensiva del Ejército iraquí, los peshmergas kurdos fueron expulsados de la provincia de Kirkuk. Poco después, el presidente de la Región Autónoma del Kurdistán iraquí, Massud Bazani, se vio obligado a dimitir.

“Durante unas reciente manifestaciones en la Región Autónoma del Kurdistán iraquí 600 personas fueron detenidas por las fuerzas de seguridad”, manifestó el diputado kurdo Sarwa Abdul Wahid al canal Al Qadir el 26 de septiembre. Al menos siete manifestantes murieron y 80 más heridos por disparos de las fuerzas de seguridad. Los locales de los dos principales partidos kurdos, la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK) y el Partido Democrático del Kurdistán, fueron incendiados en la provincia de Suleimaniyah y Erbil.

Abdul Wahid dijo que de los 600 arrestados, entre 250 y 300 permanecían detenidas en los prisiones de la Unión Patriótica del Kurdistán (liderado por Barzani).

Como consecuencia de esta crisis tres partidos -el Partido Goran, la Yaamat Islámica y la Unión Islámica- abandonaron el gobierno kurdo y publicaron una declaración manifestando su apoyo a las reivindicaciones de los manifestantes.

¿Cuáles son las causas de la revuelta kurda?

El pueblo kurdo no puede ya tolerar la dominación injustificada de ciertas familias de dirigentes kurdos sobre el conjunto de la región. La corrupción y el nepotismo ha conducido a la Región Autónoma kurda a una continua crisis económica y la degradación del nivel de vida.

Esta cólera contra los partidos se debe igualmente al intento fracasado de las autoridades kurdas de organizar un referéndum de independencia en el Kurdistán iraquí. La pérdida del control de Kirkuk y las regiones que el gobierno de la Región Autónoma reivindicaba y del control de los aeropuertos y puntos fronterizos ha supuesto una situación embarazosa para los partidos kurdos en el poder y ha puesto de manifiesto la impotencia y debilidad de sus fuerzas militares y de seguridad.

El desencadenante de una fuerte disputa entre los partidos kurdos en el poder, especialmente la UPK y el PDK, con acusaciones mutuas de incompetencia y traición y de haber llegado a pactos secretos con Bagdad con respecto a las regiones en disputa ha llevado a la población kurda a perder la confianza en estos partidos.

Todo permite creer que las recientes manifestaciones en el Kurdistán han estrechado el cerco en torno a los dirigentes de Erbil y permiten presagiar una cierta evolución en el escenario político regional.