EE.UU. mantuvo la política de máxima presión contra Cuba durante 2022
El canciller cubano denunció que Joe Biden no cambió las políticas de asfixia de su antecesor Donald Trump.
El gobierno del presidente de Estados Unidos, Joseph Biden mantuvo durante 2022 su política de máxima presión contra Cuba impuesta por su antecesor Donald Trump y dirigida a hacer colapsar la economía en la nación antillana y estimular acciones desestabilizadoras.
Esa estrategia se implementó a la par con operaciones de desinformación para intentar culpar a Cuba del impacto de las políticas del gobierno estadounidense, inhumanas y de abuso, denunció Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, a través de la red social Twitter.
En otro mensaje, Rodríguez Parrilla destacó el aislamiento de esa posición de Washington, la cual se evidencia en el creciente llamado internacional a poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por ese gobierno a Cuba.
Asimismo, mencionó la inclusión arbitraria de la mayor de las Antillas en una lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
Esa medida impone un estigma sobre las entidades e instituciones cubanas y dificulta las transacciones financieras y comerciales, así como las posibilidades de pagos y créditos.
La política genocida hace sufrir a la población de la isla, indicó el titular de Relaciones Exteriores, y resaltó la digna resistencia del pueblo cubano.
En el mes de noviembre, la comunidad internacional respaldó en la Asamblea General de Naciones Unidas (AGNU) el reclamo de Cuba por el cese del bloqueo estadounidense, con 185 votos a favor, dos en contra y dos abstenciones.
Autoridades de la nación caribeña denuncian a Estados Unidos por persistir en ignorar ese resultado, y recrudecer el cerco a niveles sin precedentes con una política de asfixia económica para buscar deliberadamente el colapso del país.
De acuerdo con cifras oficiales, entre los meses de agosto de 2021 y febrero de 2022, el bloqueo causó pérdidas a Cuba valoradas en miles de millones de dólares.
Los daños acumulados durante las más de seis décadas de aplicación de esa política hostil ascienden a más de 154 mil millones de dólares.