Informe: Israelíes prefieren ir a cárcel que alistarse en ejército
Un colectivo israelí informa del aumento sin precedentes en cifra de soldados del régimen que se niegan a servir en el ejército, por su rechazo a la guerra en Gaza.
El grupo ‘Yesh Gvul’ compartió el miércoles una declaración en la plataforma X con el testimonio de Sophia Orr, una de los israelíes que se abstuvo a alistarse en las fuerzas armadas en protesta por la sangrienta campaña de agresiones de Israel en la Franja de Gaza que ha matado a más de 36 200 civiles palestinos en casi ocho meses. Ella ha cumplido una pena de prisión por negarse a realizar el servicio militar.
“Estoy dispuesta a seguir pagando el precio y permanecer en prisión, si eso impide que la deshumanización continúe en completo silencio. Debo leer, incluso desde prisión: ¡son humanos! [Palestinos]”, dijo Orr.
La joven afirmó que no quería servir a un ejército que justificaba sus acciones injustas. “Hay una enorme diferencia entre un ejército que lleva a cabo misiones justificadas […] y un ejército [el ejército israelí] cuya actividad entera está llena de injusticias”, añadió.
El régimen israelí dicta penas de prisión para impedir las rebeliones en las fuerzas armadas, pero la cárcel tampoco ha podido disminuir el número de los desertores.
Fundado en 1982, ‘Yesh Gvul’ es un movimiento político que apoya a los desertores. El colectivo informó del aumento significativo en el número de jóvenes israelíes que se negaban a alistarse en rebelión contra la sangrienta guerra israelí contra el pueblo palestino en Gaza.
Yishai Menuchin, portavoz del grupo, dijo que ayudaron a unos 40 soldados que se habían rechazado alistarse en las reservas. En total, el grupo recibió alrededor de 100 solicitudes de asistencia de personas que se abstuvieron a hacer el servicio militar.
Otro grupo antimilitarista, denominado ‘Mesarvot’, a su vez, dijo haber sido testigo de un fuerte aumento en el número de reservistas que buscaban ayuda para no sumarse al ejército.
David Zonshein, fundador del movimiento Courage to Refuse, aseguró que, en los últimos meses, recibió solicitudes de ayuda de decenas de personas que se niegan a servir al ejército israelí, un número significativamente mayor que en años anteriores.
La guerra de larga duración en Gaza requiere la rotación de las tropas armadas, en particular de los reservistas israelíes. Aunque en los primeros meses del conflicto alrededor de 300 000 reservistas fueron reclutados, aumentó el número de los jóvenes que se niegan a unirse al ejército, lo que asesta un duro golpe al régimen.
El incremento se atribuye a las complejidades de la guerra, los crímenes de guerra, la creciente protesta contra el comportamiento del régimen y los rechazos tanto ideológicos como inducidos por el agotamiento.
A finales de abril, unos 30 reservistas de la brigada de paracaidistas, llamados a participar en la controvertida invasión terrestre en la ciudad de Rafah, en el extremo sur de Gaza, anunciaron su negativa a prestar servicio.
El régimen de Tel Aviv está acusado de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que en sus últimos fallos ordenó a Tel Aviv detener “inmediatamente” su operación en Rafah, donde se refugian cientos de miles de desplazados palestinos.
Israel, sin embargo, sigue desacatando la orden del máximo tribunal de las Naciones Unidas e ignora las demandas de la comunidad internacional para detener la ofensiva de Rafah, lo que ha desatado una ola de condenas a nivel mundial.
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