Al menos 12 muertos y 58 heridos en la explosión de una planta química en India
La explosión ha tenido lugar en una instalación química en la localidad de Dhule, en el estado de Maharashtra. Entre 60 y 100 empleados de la factoría permanecen atrapados en las instalaciones.
Un nuevo accidente industrial de niveles catastróficos ha sacudido esta mañana la India, tras una serie de explosiones en cadena en la planta química de Dhule, en el estado de Maharashtra en el oeste de la India.
Según las autoridades médicas y los servicios de emergencia, la detonación de un tanque de 200 litros de material inflamable ha producido una reacción en cadena que se ha extendido por toda la instalación, causando, al menos, 12 muertos y 58 heridos. Según apuntan fuentes del hospital de Shirpur, la cifra de víctimas podría incrementarse enormemente en las próximas horas, dado el estado crítico de decenas de heridos.
Así mismo, según han transmitido las autoridades policiales, un número imprecisado de empleados de la planta química, entre 60 y más de 100, permanecen atrapados en las instalaciones, aún en llamas y bajo el riesgo de nuevas deflagraciones dados los materiales volátiles presentes en la planta.
Temor a un nuevo Bhopal
A pesar de que las autoridades no han iniciado ningún protocolo de evacuación, la agencia de noticias india DPA, señalaba esta mañana el abandono de sus hogares de cientos de residentes de Dhule en las proximidades de la planta química. Las características de la instalación hacen temer a la población una fuga de materiales peligrosos que cause una catástrofe similar a la que causó la muerte de decenas de miles de personas.
A pesar de que este año se rememora el 35 aniversario de la catástrofe, los efectos de aquel accidente permanecen vivos en la memoria colectiva de la sociedad india. El temor a acontecimientos similares está justificado, dado que a pesar del paso de las décadas, la situación en el sector industrial del país ha cambiado poco. Los accidentes industriales graves se suceden en el país asiático, aquejado de unos niveles de seguridad y unos estándares notablemente deficientes, causando cientos de víctimas al año.