Haití ingobernable
- Esta semana, un conductor de autobús fue asesinado y varios pasajeros heridos durante un asalto armado en Canaán, al norte de la capital haitiana, donde también se registró el incendio de al menos dos surtidores de combustible y 15 vehículos.
Es uno de los ataques más recientes de los grupos armados que operan en Haití, los cuales secuestran, matan, bloquean carreteras, ejecutan a periodistas y policías con total impunidad y agravan la ingobernabilidad del país caribeño, cuya crisis es cada vez más profunda.
Los hechos ocurrieron durante una supuesta tregua que viven algunas localidades tras el Mundial de Fútbol de Qatar y las fiestas navideñas, y en medio de la implementación de un plan general de seguridad impulsado por el Gobierno para preservar la vida y los bienes de millones de ciudadanos que aumentó la presencia de policías en las principales ciudades, en especial durante los festejos.
Y la tregua es aparente, porque a mediados de diciembre hombres armados secuestraron y luego ejecutaron al responsable de las operaciones técnicas de la Dirección Nacional de Agua Potable y Saneamiento, LubensonThéodate, mientras que los enfrentamientos en Petite-Rivière, en el departamento de Artibonite, obligaron al desplazamiento forzado de más de 10 mil personas.
Los choques hostiles entre pandillas dejaron 2 769 asesinatos en Haití durante 2022, la mayoría en la zona metropolitana de la capital, según datos de la organización de derechos humanos Colectivo Défenser Plus, que no contabilizó a las víctimas fallecidas en los hospitales como consecuencia de la violencia.
Con la inseguridad, la economía en picada y la élite política y económica bajo sanciones internacionales por tráfico, financiamiento de pandillas y desestabilización, el primer ministro Ariel Henry busca concretar un nuevo acuerdo político para realizar elecciones el próximo año y reformar la Constitución.
Sin embargo, el consenso ya firmado por plataformas políticas y sociales, además de representantes del sector privado, recibe numerosas críticas de quienes estiman que Henry debe abandonar el poder para dar paso a un Gobierno de transición.
Mientras tanto, la violencia se extiende, el hambre alcanzó niveles catastróficos y la corrupción solo profundiza la marcada inestabilidad.
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