Prensa Latina •  Memoria Histórica •  03/02/2024

Paraguay recuerda los crímenes de la dictadura de Stroessner en el 35 aniversario de su fin

  • La población paraguaya recordó hoy el XXXV aniversario de la dictadura del general Alfredo Stroessner, alcanzando el periodo más extenso que vivió el país sin un régimen autoritario, según el periódico local Última Hora.
Paraguay recuerda los crímenes de la dictadura de Stroessner en el 35 aniversario de su fin

“Una democracia imperfecta es mejor que una dictadura”, comentó el diario sobre aquel gobierno cuya existencia fue “la más prolongada y oprobiosa del país, sostenida por la trilogía Gobierno, Fuerzas Armadas, Partido Colorado, y derribada por un golpe de Estado el 2 de febrero de 1989”.

La publicación inventarió los horrores de aquel proceso iniciado el 4 de mayo de 1954, y calificó de despiadada aquella autoridad “que violó los derechos humanos de los paraguayos, torturó, asesinó, desapareció y exilió a miles de compatriotas, sin reconocer libertades”.

Última Hora reseña un informe de la Comisión de Verdad y Justicia sobre los 35 años de “stronismo”, que recoge 19.862 detenidos, 18.772 torturados, 20.814 exiliados, 459 desapariciones forzadas y 128.076 víctimas directas e indirectas de aquella asonada militar.

“Como evaluación de estas más de tres décadas no puede ignorarse –admitió el diario- que hubo avances importantes en cuanto al reconocimiento de derechos civiles y políticos, y debe valorarse la vigencia de libertades de expresión o de reunión, inexistentes durante la dictadura stronista”.

Pero -recuerda Última Hora- “no cambió la realidad política y en estos 35 años resalta el déficit de cultura ideológica, sin la cual la democracia siempre se ve incompleta. Y aquí radica la mayor derrota, pues para cambiar la cultura política la apuesta debió ser, fundamentalmente, por la educación”.

Durante la etapa democrática, además –opina el diario- “vivimos una situación de atraso en cuestiones fundamentales como el derecho al acceso a la salud y educación públicas de calidad, así como de dificultades de acceso al empleo digno, beneficios sociales y servicios públicos eficientes”.

Según el periódico, “la clase política tiene una deuda, porque fue cómplice de nuestra falta de memoria, y recordemos que un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla, por lo que debemos ratificar el compromiso ciudadano con la democracia, la justicia, la igualdad y el Estado de derecho».


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