Corresponsales de prensa y asesores militares soviéticos en la guerra de España (1936-1939)
Ilya Ehrenburg, ya era conocido en España por su libro: «España, República de trabajadores» (1932), donde describe con extraordinaria lucidez y desde una perspectiva sorprendentemente actual, la realidad contradictoria de la República instaurada en 1931. En cuanto a su producción periodística y de propaganda, además de sus crónicas a «Izvestia» (trabajaba de corresponsal), colaborará a menudo con distintas publicaciones en España como «Mundo Obrero», «El miliciano rojo», «Frente Sur», etc. El corresponsal soviético recorre los diversos frentes en un camión convertido en oficina de propaganda con el rótulo «Imprenta y cine». Sus primeros artículos a «Izvestia» los recoge el periódico bajo la rúbrica «Cartas desde España» y serán breves y rápidas impresiones más que artículos de gran calado político.
El papel propagandístico de Ehrenburg en España es importante por muchos motivos, pero sin dejar a un lado su talento personal, se trataba de un personaje conocido. Sus libros se encontraban con facilidad y participaba en todos los mítines y reuniones al más alto nivel.
Mikhail Efimovich Koltsov, es el periodista más importante que envía la Union Soviética a la guerra de España (corresponsal de Pravda). Importante porque es el más leído en su país, por su contacto directo con el Kremlin y por el enorme papel político que desempeña. Se mueve sin ningún problema por el bando republicano y todos sus compañeros lo tratan como al Jefe. Koltsov traza la política propagandística de la URSS en España, colabora con la prensa republicana, expide salvoconductos, se adueña de la censura, interviene en operaciones militares, etc. Dirigio de hecho, la sección de radio, prensa y propaganda del Comisariado de la zona Centro, y finalmente, fue cronista de guerra del Quinto Regimiento.
Roman Lazarevich Karmen, camarógrafo de guerra sovietico y director de cine. Llegó a España en el mes de agosto como corresponsal de Soinzkinochronica, la productora oficial de noticiarios de la URSS. Karmen, en seguida se interesa no solo por lo que ocurría en el frente, por los soldados que combatían, sino también por los problemas de la retaguardia: la escasez de alimentos, el éxodo de la población civil y las consecuencias de los bombardeos, como eran las destrucciones de edificios o la muerte de sus habitantes. Las secuencias de la caída de Irun, de los intentos republicanos por tomar el Alcazar de Toledo, los combates en el Alto del Leon, en Guadarrama o las escenas rodadas en las trincheras de Madrid son, absolutamente, inmortales.
Vladimir Yefimovich Gorev: General del Ejército Rojo que, al estallar la guerra en España, el 18 de Julio, recaló en nuestro país, formando parte del grupo de consejeros soviéticos que se incorporaron al ejército republicano, para asesorar a este en cuestiones militares. Destinado primeramente al Estado Mayor Central, paso después a servir como consejero del General Miaja en la defensa de Madrid. Vicente Rojo, que le trató de cerca, lo ve así en su libro «Así fue la defensa de Madrid»: «Se trataba de un jefe extraordinariamente inteligente, correctisimo, discreto, altivo, sincero y leal. Fue un valiosísimo auxiliar en las horas difíciles de la batalla de Madrid».
Nikolai Guerasimovich Kutnetsov, Oficial de la Armada Soviética. Fue nombrado agregado naval de la embajada de la URSS en la España republicana (la Union Sovietica enviaba a Madrid su primer embajador, Marcelo Rosemberg, el 27 de agosto), y asesoró al Gobierno republicano, especialmente en las rutas del Mar Negro. Sus experiencias en España fueron recogidas, con las de otros intervinientes en la guerra, en el libro «Bajo la bandera de la España republicana»
Rodin Yakolevich Malinovski, Mariscal soviético que había tomado parte como soldado voluntario en la I Guerra Mundial y que en 1926 se afilió al Partido Comunista. Fue consejero militar del ejército republicano, adscrito a la Brigada mandada por Enrique Lister, desde cuyo puesto, además de cumplir con la función asesora para la que había sido asignado, trató de potenciar al máximo al Partido Comunista de España, con el fin de que este ocupase un lugar de privilegio en el futuro Ejército Popular. Sus memorias forman, también, parte del libro «Bajo la bandera de la España republicana».
Fuente: Federico Rubio Herrero (Cronologia mundial durante seis meses trepidantes, julio-diciembre de 1936) pag. 68 y 99.
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