Soldepaz Pachakuti •  Memoria Histórica •  06/08/2024

Hiroshima y Nagasaki y las hibakushas

Se están cumpliendo 79 años de las bombas estadounidense sobre Hiroshima y Nagasaki.

Hiroshima y Nagasaki y las hibakushas

¿Y estamos en una increíble nueva fase de remilitarización, pese a que las armas nucleares han sido declaradas ilegales?

El 79 aniversario de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, que tuvieron lugar el 6 y el 9 de agosto de 1945, sigue siendo un sombrío recordatorio de las consecuencias destructivas de las armas nucleares.

Sudáfrica es el único país que ha renunciado voluntariamente a las armas nucleares después de desarrollarlas.

Jackie Cabasso, directora de la estadounidense Fundación Jurídica de los Estados del Oeste: «A medida que nos acercamos al 79 aniversario de los bombardeos atómicos estadounidenses de Hiroshima y Nagasaki, el mundo se enfrenta a un mayor peligro de guerra nuclear que en cualquier otro momento desde 1945″.

«Es más importante que nunca que prestemos atención a las advertencias de los viejos hibakusha (supervivientes de la bomba atómica): Lo que nos ocurrió a nosotros no debe volver a ocurrirle a nadie; las armas nucleares y los seres humanos no pueden coexistir». «¡No más Hiroshimas, no más Nagasakis!»

«Para lograr la eliminación de las armas nucleares y una sociedad global más justa, pacífica y ecológicamente sostenible, tendremos que pasar de la ideología irracional de la disuasión, basada en el miedo, al miedo racional a un eventual uso de armas nucleares, ya sea por accidente, error de cálculo o diseño»

Por el contrario la seguridad puede redefinirse en términos humanitarios y ecológicamente sostenibles que conduzcan a la eliminación de las armas nucleares y a una dramática desmilitarización, liberando tremendos recursos desesperadamente necesarios para atender las necesidades humanas universales y proteger el medio ambiente.

En la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU en marzo, el secretario general de la ONU, António Guterres advirtió de que, con las tensiones geopolíticas aumentando el riesgo de guerra nuclear hasta su punto más alto en décadas, la reducción y abolición de las armas nucleares es el único camino viable para salvar a la humanidad.

En la reciente Folixa pola Paz celebraba en Xixón, la escritora Pilar Sánchez Vicente y la palestino-asturiana Shafika, nos preguntaban:

“¿Construiremos millones de grullas de papel como la niña Sadako intentó, para que vuelen en la búsqueda de la paz?

¿Sabéis lo que son las hibakushas? Es un término japonés que significa ‘persona bombardeada’, y con el que se designa a los supervivientes de los bombardeos nucleares a civiles en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945.

Hibakusha es la señora Setsuko, de 92 años, activista incansable, Premio Nobel de la Paz 2017 y figura central en las negociaciones en la ONU que llevaron a un acuerdo para prohibir las armas nucleares. Decía en Madrid en el Congreso: «No son armas, son instrumentos de masacre masivos».

Hibakusha fue también la niña Sadako Sasaki, que tenía dos años cuando quedó expuesta al bombardeo y falleció una década más tarde víctima de una leucemia maligna como consecuencia de la radiación. Con 12 años, comenzó a crear grullas de papel para que le ayudaran a curarse. Y es que existe una tradición japonesa que cita que, si construyes 1000 grullas de origami, se cumplirán tus sueños.

Ambas siguen inspirando las luchas para construir un mundo en paz.

La paz es mucho más que la ausencia de guerra, nos corresponde insistir  en el respeto a los derechos humanos, la justicia social, la igualdad, la sostenibilidad ambiental, el reconocimiento, la reparación, la transformación de los conflictos violentos en relaciones pacíficas y sostenibles, y en hacer cumplir los Derechos de los Pueblos originarios.»


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