A 79 años de crímenes en Hiroshima y Nagasaki, el temor nuclear acecha
Tantas décadas después, la amenaza de una guerra nuclear mata a pedazos la paz.
6 de agosto de 1945. Día de incertidumbre para Hiroshima. Un destello envolvió el centro de la ciudad. El edificio de la Prefectura. El asfalto y el puente. El asfalto y la gente. La tranquilidad y la gente.
Pocos recuerdan un sonido, pero la explosión (dos mil veces mayor que la de cualquier bomba utilizada hasta entonces) chocaba, se retorcía, mataba…
#Focus Tras 79 años EE.UU. no ha pedido perdón por detonar las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki que asesinaron más de 250.000 japoneses y sigue sin ser juzgado por asesinar civiles para imponer su hegemonía en nombre de su capacidad nuclear y geopolítica. pic.twitter.com/9BHA6txBuO
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) August 6, 2024
Del otro lado del Pacífico, allá en Washington, Estados Unidos, el presidente Harry Truman aplaudió el ataque como una victoria militar sobre Japón y ordenó el lanzamiento de otra agresión contra Nagasaki.
Al cabo de los años, los medios informaron el saldo: carne burbujeando, ojos derretidos y una terrible enfermedad que afligía incluso a quien evitó el incendio.
Miedo, preocupación. Fotos de niños hospitalizados, con vómitos, piernas quemadas y color amarillento, como un infierno.
“Los científicos están asustados, temerosos por sus vidas”, confesó un químico ganador del Premio Nobel.
Tantas décadas después, el riesgo de una guerra nuclear, como la pedida por el ministro de Asuntos de Patrimonio de “Israel”, Amihai Eliyahu, para destruir la Franja de Gaza, es una incertidumbre que mata a pedazos el equilibrio mundial.
Investigadores de Estocolmo, Suecia, sostuvieron en 2024 su preocupación por la modernización de arsenales y contaron más de 12 mil 121 ojivas en el planeta.
Mientras tanto, Japón recuerda a sus muertos. Algunos lo hacen en el Gran Parque Memorial donde descansan 70 mil víctimas de la catástrofe, junto a la inscripción grabada en mármol: “Este es nuestro grito. Esta es nuestra oración. Para la construcción de la paz en el mundo”.