«Intentar eliminar la memoria histórica, es querer reescribir la Historia, faltando a la verdad deliberadamente»
La excusa del asesinato de Calvo Sotelo, ocurrido el 13 de julio de 1936 que se adujo como causa de la guerra civil tampoco es cierta, porque con anterioridad al Golpe de Estado del 18 de julio, se habían reunido para conspirar varias veces.
Comunicado Núcleo de Pensionistas del Partido Comunista de España (PCE Aragón): «Sobre la Memoria Histórica».
El núcleo de pensionistas del PCE en Aragón queremos manifestar a la opinión pública nuestro más absoluto rechazo a la intención de las derechas de eliminar las acciones que la sociedad estamos desarrollando para dignificar la memoria de quienes fueron represaliados, apresados, torturados e incluso asesinados sin juicio, o con juicios farsa, desde 1936 hasta mediados de los años 50. ¿A quién, de buena fe, puede molestar que tantas familias afectadas por esos asesinatos pretendan saber dónde están los cuerpos de sus familiares para enterrarlos dignamente?
Para justificar su intención las derechas intentan reescribir la historia, y faltan a la verdad tergiversando lo ocurrido en nuestro país. Comenzaron ya haciéndolo con el golpe de estado en 1936, tachando de rebeldes y juzgando por rebeldía a quienes entonces defendían la democracia. ¿Cómo iban a ser rebeldes quienes habían ganado las elecciones celebradas en febrero de 1936?
Y una vez comenzada por los fascistas la guerra y las masacres de Badajoz, Sevilla, Costa del Sol, Navarra, Aragón, etc., y destrozada una buena parte de la organización militar del Estado, la violencia se extendió por todo el país, sufriendo persecución también las personas que en zona republicana eran partidarias de los sublevados. Pero esto último no hubiera sucedido sin la sublevación de Mola, Galarza, Fanjul, Sanjurjo, Franco, Queipo de Llano y otros.
La excusa del asesinato de Calvo Sotelo, ocurrido el 13 de julio de 1936 que se adujo como causa de la guerra civil tampoco es cierta, porque con anterioridad al Golpe de Estado del 18 de julio, se habían reunido para conspirar varias veces. En una de ellas, el 8 de marzo de ese año, se reunieron en Madrid en casa de José Delgado, corredor de bolsa y amigo de Gil Robles, 12 generales entre los que se encontraban los militares antes mencionados y decidieron llevar a cabo “un alzamiento que restableciera el orden en el interior y el prestigio internacional de España”.
Tampoco el miedo al comunismo puede ser alegado como motivo para la sublevación de 1936. Solo 17 de los 473 diputados eran del PCE. Parece imposible, por tanto, que el comunismo tuviera una relevancia decisiva en el gobierno republicano. Pero a menos de 20 años de la revolución rusa, esa mención les sirvió para infundir el miedo en la sociedad.
Intentar eliminar, pues, la memoria histórica, es querer reescribir la Historia, faltando a la verdad deliberadamente. Sí, la Historia con mayúsculas, lo que sucedió, con sus responsables y sus víctimas. Estas derechas intentan ocultar sus vergüenzas, sus fechorías, y, en la medida de nuestras fuerzas, no vamos a permitir que eso ocurra.