Inaugurado el Memorial Democrático de Almassora
La Confederación General del Trabajo (CGT) de Castelló y el Grup per la Recerca de la Memòria Històrica (GRMH) han inaugurado en Almassora el Memorial Democrático a las víctimas locales del franquismo y los campos de exterminio nazis.
El domingo 6 de diciembre, a las 12 de la mañana, en la calle San Marcos de Almassora desde el Grup per la Recerca de la Memòria Històrica de Castelló y la Confederación General del Trabajo han inaugurado el Memorial Democrático a las víctimas del franquismo y los campos de exterminio nazis, de esta localidad, en un acto cívico e institucional alcual han acudidola alcaldesa de Almassora, Merche Gali, el presidente de la Diputación, José Martí, la subdelegada del gobierno, Soledad Ten y la diputada de Unidas Podemos en el Congreso, Marisa Saavedra.
El memorial consta de 2 placas con los nombres, apellidos y fecha de defunción de 77 víctimas como representantes de los cientos de familias que sufrieron represión, cárcel y exilio, además de un árbol de vida, “símbolo de la paz y la concordia” como lo definen desde las entidades organizadoras que han explicado en susparlamentos que esperan que este memorial sirva “como recuerdo colectivo y para devolver a las víctimas a su pueblo”.
El Grup per la Recerca de la Memòria Històrica y CGT Castelló que trabajan en colaboración desde hace años, recuperando la historia reciente y más concretamente, tal y como explican desde estas organizaciones “documentando y acreditando la represión sistemática del franquismo a las poblaciones de la provincia de Castelló”, se han mostrado “felices por el resultado y la acogida del memorial después de todo el proceso que comenzó a principios de 2019 con la presentación, en el ayuntamiento de Almassora, de una moción con la intención de dignificar y devolver a la normalidad democrática a los vecinos represaliados por el franquismo y el nazismo”.
Recuerdan desde CGT que “producto de un golpe de estado militar y fascista, en julio de 1936, las libertades democráticas de una República legalmente constituida por las urnas fueron amenazadas y el pueblo luchó para defender los valores democráticos y sus libertades individuales y colectivas, pagando muchas veces con su vida, otras con la prisión o el exilio. Asimismo, sus familias, sus madres, hijas, hermanas sufrieron la doble represión de su muerte, junto al estigma de familias marcadas como rojas”.
CGT explica que “más de 80 años después, ya que la represión, desapariciones y fusilamientos comenzaron en 1938, antes de acabar el conflicto armado, ha llegado el momento de la verdad, la justicia y la reparación a estas familias y a la ciudadanía en general para devolver a las víctimas la normalidad social necesaria y que la convivencia en respeto y fraternidad sea el único camino para nuestra sociedad”.