Críticas al ministro Bolaños por asegurar que los exiliados republicanos soñaban con una constitución monárquica

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) lamenta las palabras del ministro Félix Bolaños en las que ha afirmado que la España de hoy y la Constitución de 1978 es la que soñaron los exiliados republicanos.

En un acto en recuerdo del exilio, celebrado esta mañana en Alcalá de Henares, el ministro de la Presidencia ha asegurado que la España de hoy es la que soñaron los exiliados republicanos. En la cuenta de tuíter del Ministerio se dice: El ministro Félix Bolaños ha presidido hoy un acto de homenaje y reconocimiento a las víctimas del exilio. La España que ellos soñaron es hoy la España de la democracia y la Constitución, ha señalado el ministro”. Nada se dice de la identidad republicana de los exiliados, ni de denuncia de los causantes de su exilio.

La ARMH no entiende por qué el Gobierno trata de imponer como fecha de conmemoración del exilio republicano el 8 de mayo. “Ese día de 1945 seguro que fue para decenas de miles de exiliados supuso una alegría por la derrota del fascismo, pero en su condición de exiliados nada cambió y en los países que los acogieron siguieron viviendo y muriendo lejos de sus casas, de sus familias, del lugar que los vio nacer”, explica Emilio Silva, presidente de la ARMH. “La fecha que nosotros pensamos que debería conmemorar el exilio es el 22 de febrero, día de la muerte de Antonio Machado, un hecho terrible que explica el dolor de los exiliados y la pérdida que supuso para la sociedad española su partida”.

Para la ARMH las palabras del ministro manipulan la identidad de quienes no se sumaron al golpe de Estado del 18 de julio de 1936, lucharon para que España siguiera siendo una república con democracia y huyeron de las garras del fascismo español que los siguió persiguiendo más allá de las fronteras y gestionó la deportación de casi 10.000 republicanos a los campos nazis de concentración.

“Los exiliados soñaban con una España que fuera la continuidad de la que estaban construyendo; no defendieron una Constitución monárquica, no reclamaron la impunidad de los crímenes de la dictadura, no querían un país que tiene a miles de demócratas en las cunetas ni donde el dictador está enterrado en un panteón de propiedad pública que se paga y mantiene con dinero de los impuestos de una democracia, lo que significa que sus víctimas son obligadas por el Estado a financiar la tumba de su verdugo”, añade Silva. Y concluye: “los exiliados no soñaban con la constitución monárquica de 1978 porque habían redactado y defendido la Constitución republicana de 1931. Sabiendo eso parece que más que rescatar su identidad y respetar la memoria del exilio republicano lo que quiere el ministro Bolaños es convertir las políticas de memoria en un homenaje a las Constitución de 1978 que entre sus siete padres tuvo a cuatro altos cargos de la dictadura”.