Redacción •  Memoria Histórica •  10/11/2021

Discurso en la inauguración del Monumento a las víctimas del franquismo en Guadalajara

Intervención de Xulio García Bilbao, portavoz del Foro por la Memoria de Guadalajara en la inauguración del Monumento a las víctimas del franquismo en el Cementerio de Guadalajara.

Discurso en la inauguración del Monumento a las víctimas del franquismo en Guadalajara

Buenas tardes.

Autoridades presentes, familiares, representantes de los partidos políticos y sindicatos, vecinos y vecinas.
En este cementerio de Guadalajara donde nos encontramos, entre 1939 y 1945, fueron enterradas 976 personas victimas de la represión franquista. De ellas, 822 fueron asesinadas aquí mismo, frente a pelotones militares de ejecución. Otras 154 fallecieron debido a las terribles condiciones a las que fueron sometidas en la cárcel por torturas, hambre y enfermedades derivadas de su hacinamiento. Estas 976 son las que figuran en este memorial.

Estas personas, estos compañeros y compañeras, se encuentran repartidos por diversos espacios de este cementerio, pero fundamentalmente en dos fosas comunes: Una de ellas es esta de aquí, en la tapia suroeste.
Hay que decir que esta fosa había sido sometida al olvido casi absoluto institucional cuando no a la infamia y ha sido objeto de lucha y debate en varias mociones promovidas por nuestra asociación y la agrupación de familiares, Hasta que se aprobó la moción de junio de 2017 , que permitió entre otras cosas, la construcción este memorial.

Este espacio ha sido objeto del olvido MEDIATICO, a pesar de que sindicatos, partidos y familiares pusieron placas en él, y que era oficialmente, un jardín. Era una fosa casi INVISIBLE. Hasta hoy.

El otro lugar de asesinato y enterramiento, está a unos 60 metros, en el propio cementerio, en la tapia sur. Era el antiguo cementerio civil.  Hay que decir no obstante, que prácticamente en todo el cementerio fueron enterradas muchas otras víctimas, dependiendo sobre todo, de los recursos económicos de sus familiares, muy mermados por el expolio y el robo.

Otras muchas víctimas de la represión franquista se encuentran enterradas en fosas clandestinas y cunetas por toda la provincia, de los que hemos podido poner nombre y apellidos de momento a 160 de ellos. Seguramente son muchos más.
A lo largo de todos estos años se han sucedido homenajes, los primeros y más numerosos, los de sus familiares, Homenajes privados, hechos incluso en la clandestinidad de la dictadura, pero también en el olvido institucional de la democracia. También tuvieron lugar homenajes de sus organizaciones políticas y sindicales, incluso en clandestinidad, por militantes, que en ocasiones llegaron a saltar la tapia del cementerio civil para poder hacerlos. En 1979, un grupo de víctimas de la dictadura logró recaudar dinero y que les fuera concedido por el nuevo ayuntamiento democrático un espacio para poner un monumento en el antiguo cementerio civil. Un monumento importante, pero un monumento privado. Ahora que inauguramos este, no nos olvidemos de ese monumento, del del civil, puesfue un esfuerzo en el que colaboraron muchas personas. La presidenta de esa comisión pro-monumento era Emilia Cañadas, hija de Antonio Cañadas, alcalde republicano fusilado en 1939. Emilia es la presidenta de honor de mi asociación, Foro por la Memoria, y es algo que nos honra. Hoy se encuentra con nosotros.

Las víctimas eran muy diversas y concurrían en ellas circunstancias diversas. Eran de varias organizaciones políticas y sindicales. Pero, aunque pudieran ser diferentes, hay algo que les une: Y es que quien les condenó, quien les asesinó, lo hizo con el fin de imponer unos determinados objetivos políticos. Con el fin de imponer una dictadura criminal. Y lo consiguió. Y estos compañeros y compañeras lucharon por evitarlo. Algunos podrán decir lo que quieran, pero el único motivo por el que estos compañeros y compañeras fueron condenados es por “Auxilio a la Rebelión”, es decir, por rebelarse y organizarse contra el bando de guerra de unos golpistas. Y cualquier otro argumento, es falso y sólo pretende en el fondo justificar un golpe de Estado, una guerra y una dictadura.

Y como demócratas, tenemos la obligación de denunciar el verdadero significado político de su persecución. La verdad de las víctimas nos obliga a impedir el triunfo del relato de sus verdugos y condenar lo que el franquismo pretendió con sus asesinatos y persecución política: Imponer una dictadura. Es decir; en resumen: la lealtad debe ser recompensada y la traición: condenada. Y por eso estamos aquí.

Es decir, estas victimas, que ni siquiera estaban contadas hasta hace poco tiempo, habían recibido homenajes privados de sus familias, y colectivos de sus organizaciones. Faltaba el homenaje más importante. El institucional, el de las autoridades que nos representan a todos.. Y ese ha llegado hoy, con la inauguración de este memorial.

Es una deuda que los demócratas teníamos que pagar. Era necesario. Aquí hay fusilados cinco guardias civiles por defender la legalidad republicana, entre ellos, un teniente coronel. (José Rubio García) Aquí hay asesinados muchos militares.

Aquí hay también 62 alcaldes enterrados, 75 concejales, y multitud de funcionarios, aunque lo que más hay son por supuesto, son jornaleros y obreros que dieron sus vidas por la libertad. Lucharon por la legalidad democrática de la República, por un estado republicano que les amparaba.

Tras este acto de homenaje, queda lo que consideramos que es más importante: Y es que a estas victimas, las que eran de una organización o de otra, las que tienen familiares o no los tienen, los que fueron enterrados en un lugar u otro, las que sabemos donde están o no lo sabemos… A todas ellas se les reconozca su derecho de acceso a la justicia, Y que nadie entienda justicia como revancha o nada parecido. Justicia para nosotros significa que sus sentencias sean anuladas, y que dejen de ser oficialmente criminales, y que sean declarados ilegales los tribunales que las emitieron,
Sus sentencias fueron reales, tuvieron consecuencias reales, E aquí la prueba, No se obtiene reparación ni mucho menos justicia, no se repara a nadie con la entrega de un certificado, por muy honorífico que sea. Necesitamos que se anulen sus sentencias. Por cierto, justicia tampoco es solamente recuperar sus restos sin jueces, Es un acto de reparación personal importante, pero lo debe hacer la administración central del Estado.

Por último: NO queremos hablar de ellos sólo como muertos, sino recordarlos vivos por lo que hicieron; Luchar por la libertad, Poner como ejemplo su compromiso por la legalidad, por la justicia social. Porque frente al hecho de un golpe de Estado, dieron un paso para defender al gobierno legítimo.

Eso es todo, Muchas gracias.

Foro por la Memoria de Guadalajara.


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