Agencias •  Memoria Histórica •  11/06/2022

Gijón homenajea a los 34 vecinos deportados a campos de concentración nazis

  • El Ayuntamiento de la localidad asturiana ha establecido placas en el suelo en los lugares en los que vivieron estas 34 víctimas de la represión nazi-fascista.
Gijón homenajea a los 34 vecinos deportados a campos de concentración nazis

El Ayuntamiento de Gijón ha homenajeado a los gijoneses 34 deportados a campos de exterminio nazis con la colocación de una placa en el suelo en los lugares en los que nacieron y vivieron. La colocación de placas, denominadas «stolperstein» (piedra de tropiezo), es un mecanismo extendido en todo el mundo para recordar a las víctimas de la represión del régimen nazi.

«Les debíamos este recuerdo», ha sostenido, en declaraciones a los medios de comunicación, la concejala de Memoria Histórica, Salomé Díaz, quien ha participado en el homenaje. Esta ha explicado que ya están instaladas prácticamente todas las placas, mientras que los homenajes se irán haciendo en distintos días.

Díaz ha resaltado que es un homenaje a quien tuvo que exiliarse con motivo de la Guerra Civil y por sus ideas políticas; defensa de la libertad y de la Democracia. Exiliaron a Francia, donde siguieron luchando por la Libertad y la Democracia y al final fueron enviados a un campo de concentración nazi, «con todo el horror que eso supone», ha enfatizado.

La edil ha apuntado que algunos lograron sobrevivir, pero otros no tuvieron esa suerte; fueron asesinados nada más llegar y otros murieron al poco tiempo por las condiciones que sufrían de trabajos forzados y el hambre.

A su juicio, sirven de ejemplo para darse cuenta de que cualquier persona normal, de cualquier barrio, «puede terminar en un campo de concentración ante el fascismo, la ultraderecha y el autoritarismo», ha advertido.

Sobre la instalación de placas en las vías urbanas, ha indicado que llevan el nombre de 34 deportados que nacieron o vivieron en Gijón. De estas, quedan tres por instalar.

Asimismo, en este día se ha rendido homenaje delante de la primera de estas placas en la plaza de los Remedios, en el barrio histórico de Cimavilla, en memoria de José Jarrín López, nacido en 1903, exiliado a Francia y deportado en 1940 al campo de concentración de Mathausen. Fue asesinado por los nazis el 10 de diciembre e 1941, tal como reza la placa.

Precisamente un nieto de Jarrín López ha participado en el homenaje. Este ha animado a dejar un Planeta «mejor y cohesionado» a las próximas generaciones. «No creo que el camino que estamos recorriendo nos lleve en esa dirección», ha lamentado, en declaraciones a los medios de comunicación.

Ha elogiado de su abuelo que este batalló contra los ataques a la libertad y contra la represión. No obstante, ha incidido en que, pese a los años que han pasado, no parece que ha cambiado mucho, salvo que ahora la libertad no se defiende con balas, según él.

«Marcó la vida de todos nosotros», ha destacado de su abuelo, y en honor de él ha invitado a dejar las inclinaciones políticas de lado cuando se hace defensa de la libertad.

Ha querido rendir homenaje también a su abuela, quien tuvo que sacar adelante sola a tres hijos menores de cinco años «en circunstancias tan difíciles y adversas».


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