El último bombardeo de la República (16 de diciembre de 1938)
La Jefatura de Aviación no quería autorizarme tal bombardeo, pues estimaba que constituía un suicidio. Yo la recordaba que los alemanes habían efectuado verdaderas salvajadas: El bombardeo aéreo de Guernica y el naval sobre Almería. A todo ello añadía yo la deuda personal del «Deutchland» sobre mis «Katiuskas», pues estuvieron a punto de matarnos».
ANTECEDENTES
En octubre de 1936, llegaron unos cien aviones soviéticos de primera línea que, en su mayoría, eran cazas Polikarpov I-15 «Chatos» y Polikarpov I-16 «Moscas», que por entonces eran los más veloces de toda Europa. El «Chato» presentaba una velocidad de 350 km/h y estaba equipado con cuatro ametralladoras y una pequeña carga de bombas opcional, mientras que el «Mosca» disponía de dos ametralladoras pero desarrollaba una velocidad de hasta 480 km/h. Pronto se organizaron dos escuadrillas de cazas equipadas con estos aviones, cada una de ellas compuesta de treinta y un aparatos.
Por otra parte,el Túpolev SB, era un bombardero de alta velocidad y era uno de los aviones más avanzados de su tiempo. En la Guerra de España era conocido como «Katiuska» en el bando republicano y «Martin Bomber» por los aviadores del bando sublevado.
En 1937, la fuerza aérea republicana construyó un campo de aviación militar en la partida de Els Plans de la localidad tarraconense de La Sénia. El 14 de abril de 1938, las tropas franquistas entraron en la población, tras la ofensiva de Aragón. Tras esto, los operarios y efectivos de la Legión Cóndor alemana se instalaron en el campo de aviación, que se convirtió en su más importante base de operaciones.
EL BOMBARDEO
La mañana del 16 de diciembre de 1938, a pesar del mal tiempo imperante, los aviones republicanos (12 «Katiuskas») bajo el mando de Leocadio Mendiola, atacaron el aeródromo en medio de una completa sorpresa para los alemanes. Como resultado del ataque, fueron destruidos siete BF 109 que se encontraban estacionados en tierra, así como graves daños en la pista de vuelo. Dos «Katiuskas» fueron derribados y 4 hombres resultaron muertos.
COMENTARIO AL RESPECTO
«Tenía metida en la cabeza la idea de bombardear a los alemanes en su propia madriguera. Eso constituía una acción bélica realmente histórica. En La Sénia, la Legión Cóndor había concentrado toda su aviación de caza y gran número de bombarderos. Tenían cubierto todo su espacio aéreo por moderna artillería antiaérea. La Jefatura de Aviación no quería autorizarme tal bombardeo, pues estimaba que constituía un suicidio. Yo la recordaba que los alemanes habían efectuado verdaderas salvajadas: El bombardeo aéreo de Guernica y el naval sobre Almería. A todo ello añadía yo la deuda personal del «Deutchland» sobre mis «Katiuskas», pues estuvieron a punto de matarnos».
Leocadio Mendiola
Revista Aeroplano nº 17, 1999.
En recompensa por esta audaz acción Leocadio Mendiola, que ya estaba en posesión de la Placa Laureada de Madrid, fue ascendido a Teniente Coronel.