Redacción •  Memoria Histórica •  15/04/2022

CCOO presenta el programa de los actos por el 50 aniversario de la Huelga de 1972 en Vigo

  • La huelga general de septiembre de 1972 y la movilización de los estudiantes de la Universidad de Santiago forman parte de la historia de Galicia.
CCOO presenta el programa de los actos por el 50 aniversario de la Huelga de 1972 en Vigo

El año 1972 hace parte de la memoria colectiva del pueblo gallego. Marcado por las grandes luchas y movilizaciones de la clase trabajadora en la defensa de sus derechos, la conquista de las libertades y la lucha contra la dictadura, supuso el inicio del fin de aquel régimen, el renacimiento del sindicalismo democrático y el ánimo en el camino para la conquista de las libertades democráticas en España.

Los hechos de Ferrol se desataron en la asamblea convocada por el Comité de Empresa el día 8 de marzo, cuando los trabajadores de Bazán rechazaron el convenio interprovincial firmado en el sindicato vertical, en Madrid, para las factorías de Bazán, San Fernando y Cartagena. El día 9 se produjo el despido de sus representantes, todos ellos sindicalistas de la Comisión Obrera de Bazán. El día 10 de marzo se realiza una manifestación con terribles consecuencias, la muerte de los trabajadores Amador Rey y Daniel Niebla por disparos de la policía.

Tensión en Vigo

En la ciudad de Vigo y su comarca, la tensión laboral vino marcada, desde principios diera año, por la negociación de los convenios colectivos de empresas como CEMSA, BARRERAS, VULCANO, etc.

Los acontecimientos de Ferrol tuvieron una contundente respuesta en Vigo y en la comarca, que culminó en una concentración el día 15 de marzo en la Puerta del Sol y continuó con amplias movilizaciones en la lucha por sus convenios, de forma significativa en Barreras, donde se firmó la altas horas de la madrugada, bajo las presiones del Gobierno civil.

La huelga general de septiembre

La huelga general de septiembre en Vigo alcanzó una dureza extrema, con la ciudad tomada por las fuerzas especiales de la policía instalada en el cuartel de Barreiro.

El 6 de septiembre, los trabajadores de Citroën deciden luchar por la jornada de 44 horas semanales y por no trabajar los sábados por la tarde. El paro parcial llevado a cabo a tarde de 9 de septiembre , tuvo como responde el despido de cinco trabajadores y la apertura de expedientes la otros cuatro.

El lunes, 11 de septiembre, los trabajadores decidieron no reiniciar el trabajo mientras no fueran readmitidos los despedidos y enviar piquetes informativos para obtener el apoyo del resto de las factorías viguesas. El día 13 de septiembre, delante del cierre patronal de Citroën y la presencia de fuertes contingentes y policía antidisturbios, los trabajar inician una marcha hacia Reyman, Santo Domingo y Barreras; al encuentro les salen los trabajadores de Vulcano y forman una manifestación que recorre toda la ciudad.

El jueves, 14 de septiembre, Artiscar, Forjas de él Miñor, Yarza, Censa, Álvarez, Freire, Refrey, la construcción, el transporte público, etc., sumaban más de 16 000 huelguistas. El día 16, la huelga era general en todo el sector industrial de Vigo y su comarca.

El día 21, los huelguistas ocuparon los locales del sindicato vertical y celebraron una asamblea masiva, en la que deciden continuar la huelga y nombrar una Comisión para informar en las empresas y que sus propias asambleas tomaran sus acuerdos.

A partir diera día, el sindicato vertical cerró sus locales y la patronal envió seis mil cartas de despido, muchas de ellas acompañadas de boletín de readmisión y conminando los receptores a se incorporar de forma inmediata al trabajo.

Detenciones y despidos

Muchos de los dirigentes sindicales, en situación de busca y captura por la Brigada Político Social, se vieron obligados a pasar a la clandestinidad.

Las detenciones, los despidos, la toma por parte de la policía de los espacios públicos donde se celebraban las asambleas y el control de las calles por las fuerzas de seguridad de la dictadura forzaron la decisión de la vuelta gradual al trabajo a partir del día 25 de septiembre de 1972.

Alrededor de quinientas personas fueron despedidas sin readmisión, mayoritariamente las que formaban el núcleo organizador de la huelga en las empresas; muchas de ellas fueron encarceladas, torturadas y juzgadas por el tenebroso Tribunal de Orden Pública. Decenas y decenas de trabajadores y trabajadoras tuvieron que pasar a la clandestinidad y al exilio.

En el año 1997, por propuesta del sindicato Comisiones Obreras, el Parlamento de Galicia aprobó por unanimidad una declaración institucional sobre lo especial significado de 10 de marzo de 1972 como Día de la Clase Obrera Gallega; la efeméride alcanzó rango oficial en el año 2006.

En este año del 50 aniversario de la lucha obrera de 1972 en Vigo, que fue ejemplo para otras ciudades del país, es necesario y de justicia que aquellos acontecimientos formen parte de la identidad de nuestra ciudad; que las nuevas generaciones sepan que los derechos se luchan y se defienden, y que las mujeres y hombres de Vigo fueron fundamentales en la consecución de la libertad y la democracia.


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