USTEA reivindica en la ruta de la Desbandá su compromiso con la memoria democrática en las aulas
- El sindicato ha animado a los docentes a transmitir un compromiso con la memoria democrática en las aulas para «defender la democracia y la dignidad para el pasado, el presente y el futuro».
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El sindicato USTEA ha reivindicado su compromiso con la memoria democrática tras el establecimiento de la carretera N-340 como Lugar de Memoria Histórica. La organización sindical realizó el pasado 9 de febrero una ruta histórica de La Desbandá, como parte de los homenajes actor de memoria de la masacre perpetrada por los navíos sublevados contra la población civil.
USTEA, ha animado a los y las docentes a construir una sociedad andaluza democrática y comprometida con su historia. Porque enseñar memoria es nuestra obligación, es defender la democracia y la dignidad para el pasado, el presente y el futuro.
Igualmente, ha pedido a la Consejería de Educación, que esta efeméride sea celebrada en todos los centros andaluces a partir de unas instrucciones anuales que tengan como fin la búsqueda de justicia, de reparación y de dignidad a las personas asesinadas en uno de los episodios más execrables de nuestra historia, que no puede ni debe caer en el olvido.
La carretera N-340, entre Málaga y Almería, fue escenario de uno de los momentos más terribles de la Guerra de España. En febrero de 1937, cientos de miles de malagueños y malagueñas huyeron hacia Almería ante la llegada de las tropas franquistas y la apodada por ellos mismos, “guardia mora”. El pánico ante la represión, la violencia y los asesinatos perpetrados por el ejército franquista en los territorios que iba ocupando, empujó a unas 150.000 personas al exilio, un camino marcado por el terror y la brutalidad de los bombardeos ejecutados por la aviación y la marina nazis, la artillería fascista italiana y las fuerzas franquistas por tierra, mar y aire.
En medio de la barbarie, muchas personas anónimas se convirtieron en enfermeras, gestoras y guardianas de la memoria, enfrentando el horror y rescatando vidas. Figuras como Tina Modotti, desde el Socorro Rojo Internacional, Matilde Landa o la solidaridad del médico canadiense Norman Bethune son testimonios del coraje y la resistencia de quienes desafiaron el silencio impuesto por el franquismo y perpetuado durante décadas de democracia.
«Recordar esta historia no es solo un ejercicio de memoria, sino un compromiso con la justicia, la verdad y la reparación. La memoria democrática en las aulas es clave para que estas historias, junto a la dignidad de quienes lucharon contra el fascismo, no caigan en el olvido», han apuntado desde USTEA.