Federico Rubio Herrero •  Memoria Histórica •  16/10/2023

Desertores de la «División Azul»

Sobre un total de 45.000 alistados en la Unidad, el balance muy aproximado fue el siguiente: 4.954 muertos, 8.700 heridos, 2.137 mutilados, 1.600 congelados, 372 prisioneros (115 murieron en los campos y unos 250 fueron repatriados el 2 de abril de 1954, en el buque Semíramis) y 7.800 enfermos.

Desertores de la «División Azul»

En junio de 1941, el Gobierno español franquista aprueba el envío de un cuerpo expedicionario para apoyar con las armas, el ataque del Tercer Reich a la URSS. Dado que el contingente va a estar conformado, en sus comienzos, por una División de voluntarios, casi 19.000 hombres, el Ministerio del Ejército otorga a esta Unidad el nombre oficial de «División Azul» en homenaje al partido único FET y  DE LAS JONS, del que ha partido la iniciativa.

El 28 de julio de 1941, cuando los españoles realizan instrucción en el campamento bávaro de Grafenwöhr, se publica la orden general preparatoria número 1, relativa al acto de prestar juramento a la Nación alemana y al propio Adolf Hitler, en tanto que Jefe de la Wehrmacht. Los voluntarios y militares españoles se han convertido ya en miembros del ejército alemán, concretamente de la División 250 de la Wehrmacht.

En 1942, acentuada la escasez de voluntarios por las numerosas bajas en el frente soviético, soldados que cumplen el servicio militar son presionados para alistarse, fundamentalmente, en los cuarteles de la Legión. Muchos se alistaron por motivos políticos, al tratarse de ex soldados del ejército republicano, o por haber sido forzados a escoger entre un campo de concentración o un destino en Marruecos. Esto les debe haber llevado a pensar que si se alistan para combatir en Rusia harán más méritos en el caso de tener familiares en la cárcel, o, si no es así, que se les abriría una puerta para huír sin consiguiesen, una vez en el frente, pasarse a las líneas soviéticas.

El número creciente de desertores causa una honda preocupación en el Estado Mayor franquista, unido al hecho de que recién pasados al enemigo se dirijan a sus ex compañeros desde altavoces situados en las trincheras enemigas.

«Tenéis que decidiros: Esperar una noche oscura y con precaución arrastraos hasta nuestras alambradas. Al estar cerca de éstas decir con voz potente la consigna «español».

Toda vuestra vida estaréis agradecidos hacia nosotros por este consejo. Si no lo seguís serviréis de abono para la cruda tierra rusa». José Vera Gutiérrez, Victoriano Alario Barrigón.

El 25 de marzo de 1943, deserta el cabo César Astor Betoret y el soldado Leopoldo Saura Calderón, procedentes de la Legión. El propio Astor cuenta la marcha hacia las trincheras soviéticas, situadas a 800 metros, con las siguientes palabras:

«Atravesamos muy lentamente y con sumo cuidado los campos de minas y llegamos hasta el lugar en que se encontraba una tanqueta rusa destruida, a poco más de 50 metros de las posiciones soviéticas, dirigimos hacia allí unos gritos en ruso comunicándoles que nos pasábamos a ellos. Una patrulla se desplegó y nos dió el alto. Nos abrazamos y nos llevaron al bunker del Capitán de la Compañía, donde cantamos con ellos la «Internacional». De allí pasamos al puesto de mando del batallón, donde nos dieron comida y vodka».

Los dos primeros desertores, del alrededor de un centenar, habían sido Antonio Pelayo Blanco y Emilio Rodríguez Orbegozo, que el 22 de octubre de 1941, alcanzaron las líneas soviéticas.

Asimismo, los desertores nunca entendieron ni el trato, la mayoría fueron internados en campos de trabajo (gulag), ni las cautelas que recibieron de las autoridades soviéticas ni de los dirigentes del PCE establecidos en Moscú.

SÍNTESIS DE LA «DIVISIÓN AZUL»: Sobre un total de 45.000 alistados en la Unidad, el balance muy aproximado fue el siguiente: 4.954 muertos, 8.700 heridos, 2.137 mutilados, 1.600 congelados, 372 prisioneros (115 murieron en los campos y unos 250 fueron repatriados el 2 de abril de 1954, en el buque Semíramis) y 7.800 enfermos.

Fuentes: Daniel Arasa (Los españoles de Stalin)

               José L. Rodríguez Jiménez (Revista de historia contemporánea-Universidad  Complutense).     


División Azul /