Thomas Green: obrero y Campeón Olímpico
La historia de Thomas Green muestra la mala situación de los obreros ingleses de principios del siglo XX.
Thomas Green (1894-1975), o Tommy Green, nació en Fareham, Hampshire, Inglaterrra.
Green no pudo caminar hasta la edad de cinco años, debido al raquitismo. Pero, al final, consiguió superar con no pocos esfuerzos su problema de salud.
Tras superarlo y terminar su etapa en la escuela, Green se unió al ejército británico y participó en la Primera Guerra Mundial (1914-1918), donde fue herido en tres ocasiones y gaseado mientras luchaba en Francia. Durante el conflicto, en 1915, contrajo matrimonio con Rose Smith.
Al regresar a Gran Bretaña después de finalizar la guerra, Green se estableció en Eastleigh, donde empezó a trabajar en la fábrica de ferrocarriles Eastleigh Railway Works.
Durante su posterior carrera deportiva, Green compaginaría su condición de obrero con la marcha atlética, los entrenamientos y la competición, lo cual no le resultó fácil y aún da más valor a sus extraordinarios logros deportivos.
La carrera deportiva de Thomas Green como marchador atlético comenzó en 1926, a sus 32 años, y alcanzó su punto máximo durante la década siguiente.
En 1929, Green demostró por primera vez de lo que era capaz al ganar la clásica London to Brighton y quedar segundo en los 100 km de Milán.
En 1930, Green ratificó su categoría como marchador atlético, cuando venció en ambas pruebas y, además, se proclamó campeón británico de los 50 km marcha, batiendo de paso el récord británico de la distancia. Los récords fueron una constante a lo largo de su carrera deportiva.
Al año siguiente, en 1931, Green alcanzó su tercera victoria consecutiva en la prestigiosa London to Brighton.
En 1932, Thomas Green acudió a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, teniendo que realizar una preparación ajustada a su condición de obrero de la Eastleigh Railway Works. La empresa le concedió tiempo libre, pero sin estar remunerado. Y su mujer y sus cuatro hijos pasaron necesidades en ese periodo.
A pesar de esa situación, en la Olimpiada de Los Ángeles, el obrero Thomas Green consiguió el mayor éxito de su carrera deportiva. Ganó la medalla de oro en la prueba de los 50 km marcha, superando al letón Jānis Dāliņš y al italiano Ugo Frigerio. Una gloria olímpica alcanzada sin la ayuda de su empresa o de las instituciones británicas.
En 1933, Green venció por cuarta vez en la London to Brighton. Y, en 1934, sufrió un accidente laboral que alteró su carrera deportiva, porque le hizo perder su mejor momento de forma, aquel que le condujo al oro olímpico en 1932. Green perdió un pulgar en el accidente, no recibiendo ninguna indemnización de su empresa.
Las malas condiciones de los trabajadores eran enormes en aquellos años y Green pagó las consecuencias, tanto antes como después de su victoria olímpica. No recibió el sueldo que le correspondía al preparar los Juegos de 1932, padeció un accidente laboral grave tras su oro olímpico y no recibió la más mínima indemnización.
A pesar de esta situación, en 1935, Green fue subcampeón británico de las 20 millas y los 50 km marcha, aunque al año siguiente en la misma prueba de los 50 km quedó cuarto y no pudo clasificarse para los Juegos Olímpicos de Berlín 1936.
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Thomas Green regentó un pub y fue Capitán de la Guardia Nacional de Easlteigh, defendiendo a la población de los ataques de la aviación nazi. Al terminar la guerra, a la edad de 53 años, Green volvió a competir de forma puntual, siendo su última prueba la Poole-Warehamde Dorset del año 1946.
En los años posteriores, Green fue presidente de la asociación de críquet de Eastleigh y tuvo diferentes cargos en organizaciones deportivas y de diverso signo.
Thomas Green, Tommy Green para los aficionados a la marcha atlética, falleció justo el día antes de cumplir 81 años, el 29 de marzo de 1975. En Eastleigh, el callejón Tommy Green Walk le recuerda a modo de homenaje.
En 2018, Green fue incluido en el Salón de la Fama del atletismo de Inglaterra. En medio del clasismo británico, tuvo que esperar demasiado para recibir los reconocimientos que por su categoría atlética le hubiesen debido corresponder mucho antes.