Mercedes Sánchez •  Memoria Histórica •  27/05/2024

Acto de Memoria y Homenaje a los siete profesores represaliados en el Instituto Ramón y Cajal de Huesca en 1936

En el marco de la violenta represión que se desató en la ciudad de Huesca tras el triunfo del golpe militar contra la Segunda República en julio de 1936, todos los funcionarios de la Administración pública fueron sometidos a un implacable proceso de depuración.

Acto de Memoria y Homenaje a los siete profesores represaliados en el Instituto Ramón y Cajal de Huesca en 1936

No solo se trataba de sancionar y castigar a quienes se hubieran mostrado proclives al régimen democrático republicano o, simplemente, no apoyaran de forma incondicional a los golpistas. El proceso depurativo tuvo también una clara finalidad preventiva y disuasoria: se trataba de sembrar terror, cortar de raíz cualquier conato de resistencia e imponer un espeso y sumiso silencio ante la nueva autoridad militar. La depuración la sufrieron también los familiares y allegados de las personas sancionadas, como parte de un clima de amedrentamiento y control social que alcanzó una intensidad insoportable durante toda la dictadura franquista.

Uno de los sectores sociales que padecieron de forma más enérgica y persuasiva el proceso de depuración en toda España fue el de la educación pública —desde los catedráticos de universidad o de segunda enseñanza al magisterio primario, pasando por el personal laboral de los distintos centros—. De los veinte profesores que formaban el claustro en junio de 1936, siete (un 35 %) fueron represaliados o
directamente eliminados, sin más cargo que haber simpatizado con la causa del republicanismo democrático. Ninguno de ellos volvió a pisar las aulas del Instituto.

Desde entonces, su memoria ha quedado oculta y silenciada en la ciudad y su Instituto.

Por ello, aunque tardío, el pasado 25 de abril se les rindió homenaje, que reciben a través de sus descendientes y allegados, y que persigue reparar una deuda que Huesca contrajo con quienes fueron profesores y conciudadanos injustamente ultrajados.

Al acto de reparación de su memoria asistieron un nutrido grupo de familiares y, en algún caso, alumnas, hijas de exilio mejicano, llegados para la ocasión desde distintos puntos de España.

El desarrollo del acto puede seguirse íntegramente en esta grabación audiovisual: 

En ella además de breves semblanzas de los homenajeados pueden escucharse testimonios de los familiares y allegados de los homenajeados, así como intervenciones del público asistente.

PROFESORES DEL INSTITUTO QUE FUERON INJUSTAMENTE DESPOSEÍDOS DE SUS PUESTOS DE TRABAJO EN 1936
JOAQUÍN MONRÁS CASANOVAS, (Sant Sadurní d’Anoia, 1868 — Barcelona, 1944)
JESÚS GASCÓN DE GOTOR GIMÉNEZ (Zaragoza, 1897 — fusilado en Huesca el 23 de agosto de 1936)
JUAN NOGUÉS ARAGONÉS (Duesaigües, 1904 — Salamanca, 1975)
JUAN BONET BONELL (Gandia, 1890 — Ciudad de México, 1970)
JESÚS MENDIOLA RUIZ (Munilla, 1907 — Santander, 1967)
EMILIO ESPAÑOL ACIRÓN (Algeciras, 1906 — Talavera de la Reina, 1996)
JOSÉ PÉREZ GÓMEZ (A Coruña, 1903 — León, 1984)


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