César Pérez Navarro •  Memoria Histórica •  30/11/2023

Se multiplican los apoyos a la manifestación contra la derogación de la Ley de Memoria de Cantabria que pretende imponer derecha y extrema derecha

  • La movilización ha sido convocada por la Plataforma Memoria y Democracia de Cantabria.
  • El 2 de diciembre se conmemoran 66 años desde que fue asesinado el último guerrillero antifranquista de Cantabria, Paco Bedoya.
  • El portavoz parlamentario de Izquierda Unida en el Grupo Plurinacional Sumar, Enrique Santiafo, considera que “es imprescindible dar el mismo trato a todas las víctimas de las graves violaciones de los Derechos Humanos”.
Se multiplican los apoyos a la manifestación contra la derogación de la Ley de Memoria de Cantabria que pretende imponer derecha y extrema derecha

Jueves, 30 de noviembre 2023.

La Ley 8/2021, de 17 de noviembre, de Memoria Histórica y Democrática de Cantabria se asienta en los principios del derecho internacional de los derechos humanos denunciando las políticas destinadas a mantener a las personas represaliadas en un olvido absoluto impuestas por la dictadura franquista y las violaciones de los derechos humanos en Cantabria durante la guerra civil y el franquismo.

En su artículo 3, define las medidas a implementar, desarrollándolas más adelante en diversos capítulos;

El Gobierno de Cantabria adoptará las políticas y las medidas de acción positiva que resulten necesarias para, con estricto respeto a las garantías establecidas en el ordenamiento jurídico, hacer efectivo:

a) El derecho a conocer, a la luz del principio de verdad, los hechos que son parte de la historia de Cantabria.

b) El derecho de las víctimas y de sus familiares a la búsqueda de sus ascendientes y personas cercanas desaparecidas.

c) El derecho a la reparación, que supone la aplicación de medidas individuales y colectivas, para la reparación moral, así como las de restitución, indemnización, rehabilitación y satisfacción.

MANIFIESTO

Las organizaciones, colectivos, agrupaciones y ciudadanía abajo firmantes, ante:

  • El negacionismo de una parte del arco político sobre la necesaria memoria histórica, democrática y colectiva ante la represión ejercida por los golpistas y sus cómplices, así como por la dictadura franquista durante décadas,
  • La invisibilización de las víctimas de torturas, los encarcelamientos ilegales, los procesos “sumarísimos”, de los bombardeos sobre población civil indefensa, los campos de concentración, el trabajo esclavizado, la desaparición forzada, las ejecuciones extrajudiciales, las deportaciones, la estigmatización, la expropiación ilegal de bienes, la violencia sexual como herramienta de hostigamiento y terror, el exilio político, etcétera,
  • La negación de la represión sistemática contra las mujeres, el robo de bebés y las estructuras verticales de dominación y confinamiento de las mujeres que han estado operativas hasta hace pocas décadas,
  • La insistencia en ocultar que la mayoría de estas violaciones de derechos humanos ocurrieron a partir de la finalización de la guerra,
  • La deuda histórica de nuestro actual sistema político con estas víctimas que se traduce en una falta casi total de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición,
  • El intento falaz de equiparar víctimas o de presentar los reclamos de verdad y justicia como actos de venganza,
  • La legitimación y aceptación de los victimarios y de los beneficios que obtuvieron a través del trabajo esclavizado o del expolio de propiedades y bienes de las víctimas de la represión,
  • El silencio sobre el papel cómplice con el aparato represor de la Iglesia católica oficial, así como de otras estructuras sociales que fueron funcionales al sistema,
  • La reducción de la memoria al periodo de guerra y dictadura, ignorando que no todo acabó el 20 de noviembre de 1975 sino que, en este marco, se registraron violaciones de derechos humanos durante la ‘Transición’ y en la época colonial española, y que todo forma parte de la memoria histórica necesaria,
  • El déficit democrático y la afrenta a la dignidad de nuestra sociedad que supone que no se haya juzgado a los responsables materiales e intelectuales de estas violaciones de derechos humanos,
  • Las permanentes denuncias de la ONU sobre los incumplimientos por parte del Estado español que, como explica Fabián Salvioli, Relator Especial de Naciones Unidas para la Verdad, la Justicia, la Reparación y las Garantías de No Repetición, se traduce en un “intento absurdo de establecer una política de olvido forzado”.

Y ante la aprobación en el Parlamento de Cantabria de una proposición no de ley para derogar la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Cantabria, sustentada en mentiras históricas, en una narrativa de la equidistancia y defendida con agresividad hacia las organizaciones de víctimas del franquismo, declaramos que:

  • La sociedad civil, y en particular las organizaciones de víctimas, tuvieron un papel clave en la aprobación de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Cantabria que, aunque insuficiente, constituyó un primer paso para caminar hacia la justicia,
  • Nos constituimos en Plataforma Memoria y Democracia de Cantabria,
  • Esta Plataforma es amplia, diversa y supone la alianza de decenas de organizaciones y ciudadanos y ciudadanas conscientes de que si queremos profundizar en una democracia justa y creíble es imprescindible subsanar la vergonzosa deuda histórica de este país con las víctimas de la sistemática violación de derechos humanos que se extendió durante más de cuatro décadas,
  • La Plataforma articulará una respuesta plural, diversa y profundamente democrática a los intentos de recuperar los discursos que legitiman el golpe de Estado y la dictadura, cuyas consecuencias aún sufrimos.

Invitamos a la ciudadanía a rechazar la tergiversación de nuestra  historia y los mensajes que niegan, minimizan o legitiman un régimen de terror que dejó decenas de miles de víctimas y a movilizarse para construir sobre el reconocimiento de la verdad histórica un futuro digno en el que  el pasado no sea un desierto de memoria ni  un bosque de silencios vergonzantes.

Apoyos desde las instituciones y el tejido social cántabro

El portavoz parlamentario de Izquierda Unida en el Grupo Plurinacional Sumar, Enrique Santiago, participará en la manifestación contra la derogación de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Cantabria que buscan imponer la derecha y la extrema derecha representada por Partido Popular y Vox, convocada el próximo sábado, día 2, en Santander por la Plataforma Memoria y Democracia cántabra bajo el lema ‘Sin memoria no hay futuro’.

Santiago acudirá a esta movilización junto a Engracia Rivera, diputada en el Congreso en el mismo grupo y encargada de trasladar los asuntos correspondientes a Cantabria a la Cámara Baja en nombre de Izquierda Unida. Quieren mostrar de esta forma el apoyo tanto de Izquierda Unida, como del PCE y del grupo de Sumar a la decidida lucha que mantiene la plataforma y “defender que es imprescindible dar el mismo trato a todas las víctimas de las graves violaciones de los Derechos Humanos”.

Como señala el propio diputado en un vídeo publicado en sus redes sociales para llamar a la movilización “los derechos a la Verdad, la Justicia y la Reparación de las víctimas del franquismo y las garantías de no repetición son una obligación para el Estado español”, al tiempo que destaca que PP y Vox incumplen de forma flagrante el mandato de Naciones Unidas en esta materia.

El sindicato anarquista CNT en Santander, CGT Cantabria, el PCE de Cantabria, Podemos Cantabria, Cantabristas o la Asociación Archivo Guerra y Exilio, entre otros muchos, se han sumado a esta convocatoria animando a todos los ciudadanos a participar.


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