Redacción •  Negocios y Ocio •  05/06/2019

Cómo saber si una vidente es buena o no

Para empezar, una vez que has dado con tu vidente, ya saber que siempre podrás acudir a ella. Las videntes buenas suelen estar muy solicitadas y tener una lista de consultantes habituales. A muchas de las nuestras les sucede esto. Pero no te preocupes, porque siempre podrán hacer un hueco especial para ti. Son videntes buenas de verdad por varios motivos. Son los que saben a quién ayudar y cómo, los que incluso podrían aceptar consultas gratis de tarot.

Cómo saber si una vidente es buena o no

El modo en el que la energía se pone de parte de las videntes buenas es casi mágico. En fin, sin casi, hay magia natural en ello. Ellas atraen a las personas a las que mejor pueden ayudar con sus dones. Así que, una vez que encuentres la vidente que de verdad te ayuda, puedes estar segura de que es una cuestión de destino. Hay quien lo llama destino, quien lo llama karma o predeterminación. El hecho es que algunas almas están predispuestas a encontrarse. Y eso sucede entre las videntes buenas y las consultantes que las necesitan de verdad.

Cómo sabré que trato con una buena vidente

Lo más importante a la hora de encontrar a la mejor vidente para ti es que tengas en cuenta que cada vidente es única. Pero es que cada consultante también es única. Puede que una buena amiga te recomiende a una vidente que le ha ido de maravilla, pero que notes que la conexión contigo no es todo lo buena que te gustaría. Esto no es malo y puede pasar. Las videntes buenas siempre son buenas, pero no siempre conectan con todo el mundo.

Lo mejor es probar hasta que des con esa persona especial que sepa entender tus preocupaciones. esto es muy importante. En muchas ocasiones tenemos preparadas nuestras preguntas, pero no sabemos explicarnos con claridad. Por lo general, las videntes buenas sabrán entender lo que quieres decir a pesar de tus dificultades. Eso se nota casi en un primer momento. Pero la vidente especial, la que está destinada para ti podrá resumir en muy pocas palabras lo que de verdad necesitas.

A veces no se trata tanto de encontrar videntes buenas, sino de hallar la vidente que es especialmente buena para ti. Sobre todo, haz cuantas pruebas necesites. Igual que no encontramos amistades para toda la vida a la primera, ni a la pareja ideal a la primera, encontrar a tu vidente puede costarte algo de trabajo.

¿Qué hacer mientras tanto?

Sabemos que si llamas a un vidente es porque necesitas ayuda. Y es que la vida sucede día a día. No se para hasta que encontramos a esa vidente con la que de verdad congeniamos, que es buena de verdad y quiere hacer todo lo posible para ayudarte. Además, lo conseguirá.

Un porcentaje de éxito es muy alto cuando se trabaja con videntes buenas. Pero ¿qué es el éxito? Se puede medir en función de la satisfacción de las personas que llaman.

¿Cuál es la frontera que divide a una buena vidente de una vidente excepcional?

Hay algo que las videntes buenas de verdad, las videntes que valen la pena, ofrecen algo que las diferencia de las demás. Un pequeño extra, un plus que hace que su ayuda sea realmente efectiva.

Y es que no basta con echar las cartas y lanzar una predicción al aire. Ni mucho menos. Las personas que llaman muchas veces necesitan algo más que saber. Necesitan que se las ayude a lidiar con la verdad que les ha sido revelada. Y las videntes buenas se comprometen también en esa fase final. De nada sirve dar una noticia, ya sea buena o mala, sin hablar de cómo enfrentarse a ella o de las consecuencias posteriores que puede traer.

Esa diferencia se marca por una ayuda hasta mucho después de que hayas colgado el teléfono.